domingo, 18 de febrero de 2018

Morbo en Puerto Colombia


A eso de las 8.30 de la noche lo recogí cerca a su casa después de proponerle dar una vuelta en mi carro para  hablar  y jalarnos la verga rico.
-veámonos un rato y nos hacemos una paja en el carro- le dije 
Era algo de lo que ya habíamos hablado en otras ocasiones, pero que hasta ahora no se había dado.
-suena bien ¿cómo es la vaina?- replicó
 Le expliqué que nos encontráramos, habláramos mientras dábamos vuelta en el carro y si nos antojabamos parquearíamos en cualquier oscurito y ahí nos jalaríamos las vergas.
Su respuesta fue puntual -¿dónde nos vemos?-
Acordamos el sitio y 10 minutos después ya estábamos hablando en mi carro. 
Yo iba vestido de un short que me permitía sacarme la verga mientras iba manejando. De hecho, cuando él se subió al carro yo ya la tenía afuera y medio mojada de todo el morbo que eso me estaba produciendo. No sé si él lo notó, pero para ese entonces ya yo estaba más baboso que sábila recién cortada. 
-Entonces, ¿te gustó el relato del paisa?- le pregunté     
Con una reacción muy sexual contestó -joda, me hice la paja leyéndolo. Estuvo muy bueno.- 
-léelo ahora, léemelo- le dije 
Y mientras él leía el relato la verga se me mojaba más y más al tiempo que íbamos haciendo comentarios de lo ahí descrito. Sobretodo por la manera tan perramente morbosa como él lo leía. 
Yo me acariciaba la cabeza de la verga con los dedos y esa sensación me producía más arrechera de la que ya tenía. De repente le dije -mira como la llevo. Toda babosa, a mi me babea bastante - 
y él la miró en tanto respondía -ufff yo la tengo dura- agarrándose el bulto que todavía tenía guardado.
-sacala- dije con un tono insinuante. 
-marica, si me la saco me dan ganas de pajearme- respondió.
Le dije que se pajeara ya que esa era la idea. Yo iba manejando y con la verga lubricando. 

Ya con ganas de sentirme manoseado, agarré su mano y la puse en mi verga y él empezó a pajearme. MI VERGA empezó a cambiar de tamaño, no lograba ponerse dura del todo, pero la forma como me la agarraba y masajeaba de arriba hacia abajo, me daba una sensación de mamada por todo lo lubricada que estaba. Con una mano tenía agarrada mi verga, y con la otra la de él. Lo ayudé agarrándole la suya  después que él dijera que estaba full arrecho, y en verdad que lo estaba porque su pene estaba muy duro. Se lo agarré por primera vez mientras él seguía pajeando el mio, y yo gemía por la sensación que me causaba. Es una verga morena y de bastante grosor que yo pajeaba al mismo tiempo que iba manejando. Los carros nos pasaban por al lado, pero no temíamos a ser vistos. Eso era parte de la excitación. POR un momento le dije que dejara de pajearme pues no podía controlar la sensación que me causaba tanta humedad junta frotada con su mano. Él en cambio siguió pajeándose muy fuerte hasta que llegamos al sitio.

Nos parqueamos en la parte más oscura del Malecón  y notamos otro par de vehículos que estaban parqueados a escasos metros. Empezamos a jalarnos las vergas con tantas ganas que la arrechera  empezó a hacerme TIQUI TAQUI en la cabeza. Le pregunté -¿quieres que te relate algo como si lo estuviéramos viviendo ahora?-   su cara de éxtasis, mirando mi verga, a penas le permitió asentir con la cabeza. Empecé a contarle una historia construida en el momento al compás de mis gemidos. Él no paraba de mirarme, y a ratos me la agarraba y la pajeaba. Yo seguía relatandole lo que supuestamente estábamos haciendo. "... entonces el man se asomó y yo bajé la ventana. Nos quedó mirando con las vergas afueras y le pregunté si quería chuparlas. Él, mirando las dos vergas con ganas, respondió que también era activo. Le dije que solo las chuparía para que no se quedara con las ganas..." seguía pajeandome, gimiendo y relatando con un tono de voz que demarcaba la situación aparentemente ocurriendo. "...¿entonces? súbete y te pegas en estos teteros. Hay de Vainilla y Chocolate para que te los goces los dos.." al mismo tiempo apretaba mi verga bastante babosa y la pajeaba con fuerza. Mi compañero de esta aventura seguía mirándome muy excitado en tanto yo relataba y me pajeaba con ganas. Me miraba fijamente a los ojos y luego bajaba a mi verga. Continué con el relato "...el man se subió al carro y acomodado desde la parte de atrás y entre las dos sillas de adelante trató de chuparte la verga a ti primero, pero tú le dijiste que empezara conmigo porque querías ver primero. Así que él se acomodó hacia mi lado y de un solo golpe se tragó mi verga babosa mientras tanto él como yo gemíamos de placer. Luego, tú lo cogiste por la cabeza y lo pusiste a chupar, él la agarro y empezó a mamar la cabeza, pero yo lo cogí por el cuello e hice que se la tragara toda. Él intentaba salir pero yo lo seguía presionando y no lo dejaba liberarse..." En tanto yo iba narrando el fantasioso corto del otro man, mi amigo y yo seguíamos pajeandonos duro y con ganas de una verdadera mamada. Al ver su cara de excitación y sus miradas frecuentes a mi verga. Le dije que actuara él como el man que supuestamente nos las estaba chupando. Él miró mi verga, se quedó pensando y miró hacia afuera. Yo le insistí que estaba bastante babosa, que la probara y sería como si el otro chico nos la estuviera comiendo. Él replicó -el man te la estaba chupando y tú gemías muy fuerte.- 
-¿quieres que gima como si en verdad me la estuvieran chupando?- pregunté
Su respuesta fue concisa con su mirada e inmediatamente se soltó el cinturón y le hizo una venia a mi verga. Se la tragó toda como supuestamente lo había hecho el man de la fantasía que yo estaba relatando. Yo empecé a gemir más fuerte como él quería, lo agarré por la cabeza y empecé a mover mi pelvis para culiarme su boquita suavemente; prontamente se subió y siguió pajeándose. Yo lo imitaba, pero esta vez gimiendo y diciendo cosas que lo excitaran más -ay que rico que me la mamen toda, que se traguen mi baba, que se peguen a chupar tetero hasta el fondo y no la saquen." me pajeaba con tantas ganas que mi rostro manifestaba mi placer. Él me miraba sorprendido y excitado.  Insistí con el relato que ahora se estaba volviendo realidad -hey ese man si la chupa bacano. Me dejó con ganas de más. Me la dejó toda babosa y más dura. Mira la cabeza como la tengo, se quiere explotar-  y le mostraba la cabeza de mi verga agarrándola por el tronco y exprimiéndola, también le daba golpes en la otra mano. Él también estaba muy excitado y lubricado. Le agarré la verga y sentí como la tenía tan dura como mojada. Jugué con ella y con su humedad con mi mano. Se la apretaba fuertemente.  
-Sigue chupando- le dije y continué "...el man siguió comiéndose mi verga con muchas ganas. Me la chupaba hasta el fondo..."  Él no se aguantó y volvió a inclinarse, pero esta vez chupando con más ganas. Se la tragaba toda y yo le decía que siguiera y no la sacara. Lo agarré por el cuello y empecé a hacerle el amor a su boca (digo el amor porque lo estaba haciendo suavecito). Estábamos muy excitados  que tuve la sensación de terminar. Le dije que la sacara que estaba que me llegaba y tenía la leche en la punta de la verga. Siguió y me la chupó con más fuerza. Yo no aguanté. Él, concentrado en la cabeza, siguió chupándola hasta que sentí como la leche me salía de la verga y encontraba un nuevo hogar en su boca. Yo seguía gimiendo muy fuerte como usualmente hago cuando aterrizo. Pero esta vez era diferente, la manera particular como lo hizo enfocándose solo en la cabeza, en parte para no tragársela, hizo que todo el placer estuviera donde más sensible somos, el glande. Aterricé como un avión después de turbulencias. Celebrando su éxito que en este caso era fascinación. Abrió la puerta y botó a los hijos que ya no tendría. Siguió pajeándose al compás de mis últimos suspiros y palabras. Al cabo de nada y después de darse más rápido impuso sus gemidos sobre los míos y aterrizó en su abdomen. Toda la leche derramada había cambiado el color de su sombra de tanto blanco derramado. Suspiró y me dijo que le había gustado. Usamos papel para limpiarnos. Y nos fuimos a casa con la satisfacción de la leche derramada.        
  
  


    

jueves, 15 de febrero de 2018

"El paisa vicioso"

Era una de esas noches de sábado ya hace algún tiempo en las que estaba aburrido en casa sin ningún plan para hacer. Hacía poco un amigo me había invitado a salir a lo que le había contestado que no ya que me había dicho que también iban a estar otros amigos de él, a quienes no tenía ganas de ver, no porque me cayeran mal es solo que no me gustan los manes que dejan de ser hombres viriles, unos machos en todo el sentido de la palabra para pretender ser mujeres delicadas y sofisticadas; y quizás para evadir a otro con el que ya había tenido un roce sexual, y que no quería volver a ver ni que me relacionasen con él. Pero de eso no les hablaré esta vez. Por ahora les contaré una historia aún más violenta, más rica, más morbosa y arrechante.

Continuaré con aquello que empecé a contar al comienzo de esta historia.  Aburrido en casa, sin plan, ni a nadie a quién recurrir decidí abrir aquella aplicación, la de la máscara amarilla, prodigiosa para algunos, saca de apuros para otros y la peor de las adicciones para muchos. Como era de esperarse sólo encontré los mismos perfiles a los que estaba habituado.  Nada interesante, las mismas caras y cuerpos amorfos, nada atractivos a los que tenía acceso a escaso kilómetros de mi lugar. A lo mejor, desesperado por aquel encerramiento en mi cuarto por horas y ya con ganas de algo morboso y fuerte, decidí dar una vuelta algo más lejos a lo que había estado acostumbrado a hacer. Decidí ir hasta puerto Colombia a eso algo más de las 7 pm en mi camino muchos perfiles en la app aparecieron pero aún nada que me llamase poderosamente la atención, nada atractivo para mis gustos; hasta que sin pensarlo llegando al Buenavista empieza una de las historias más ricas y morbosas que había tenido hasta entonces, aquel singular perfil donde solo podía ver una foto gris, si a no tener foto se le puede decir así,  sin ningún tipo de información ni aquello que me produjera algún interés, me envió un saludo seguido de una foto de un torso bien definido, pectorales muy deseables, lampiño con algunos tatuajes llamativos, un abdomen marcado igual de lampiño que dejaba ver a través de un pantalón desabrochado una verga rica, grande y gruesa desde su base hasta su glande con bellos de hace unos 3 días de haberse depilado y con un mensaje más abajo que decía -¿te la quieres comer?- A lo que respondí con un saludo y pregunté su ubicación por lo que aquel sujeto envió su ubicación exacta dándome cuenta que no se encontraba tan lejos de donde yo estaba. Más adelante pregunta si quiero culiar, agrega que está solo en casa y quiere comer un culo delicioso por lo que me pide fotos y a lo que replico enviando mis imágenes. Contestando casi de inmediato que aquello que había enviado le había levantado su verga y quería comerlo con tantas ganas sin déjame ni un milímetro de su verga por fuera de mi culo. Agrega además si podría aguantar aquella faena prometida con algo de “hardcore” a lo que respondo que sí. Además, agrega si estoy dispuesto a usar Popper a lo que afirmé. Sin embargo, eleva aún más el nivel ya que pregunta si traigo cocaína, marihuana o perico puesto que le encanta culiar lo más trabado que pueda ya que siente que lo puede hacer por horas y llegado el orgasmo tiene una sensación brutal. Dada esas condiciones no dudé en negarme en llegar puesto que además de ponerle algo de misterio a la vuelta insistía en las drogas agregando que podría llamar a unos amigos para que nos facilitaran tales alucinógenos pero que los gastos serían compartidos. Al ver ese panorama sabía que no iba a consumir drogas ni mucho menos iba a pagárselas a otro por lo que la vuelta se había dañado y aquel mansito de las fotos del cuerpo de gym podría ser una banda de atracadores; a lo que decidí dar la vuelta por la 51b en el roundpoint a la altura del Carulla de villa campestre. A esos escasos 100 metros de tal retorno aquel mansito insiste en su intensión de comerse mi culo dejando de lado la proposición anterior dada sus ganas de culiar insaciables a lo que respondí afirmativamente agregando además que no nos viéramos directamente en su casa si no en un lugar más concurrido. Él no se opuso y sugirió encontrarnos en la olímpica a escasos metros de su casa. En un par de minutos llegué y me puse muy cerca a la puerta de entrada de aquel negocio, le avisé que ya estaba en el lugar por lo que me pregunta por mi número de teléfono y al llamarme de inmediato pude darme cuenta de una voz muy masculina, fuerte, muy rica que sin mediar muchas palabras me dijo que lo esperara ahí en el lugar en el que me había ubicado puesto que ya venía en camino describiendo además su vestimenta. A escasos 5 minutos observo a lo lejos a un man que se acerca, de unos 1.70  de estatura, trigueño, cuerpo de gym que lucía una camisilla de gym verde fluorescente que dejaba ver su pecho descubierto con una pantaloneta gris igual de gym que mostraba toda su verga que se movía al compás de sus pasos. Algo rico que de inmediato me prendió aún más, despejé aquella duda razonable al pensar que podría estar frente a un vicioso de mal aspecto siendo esto todo lo contrario porque de hecho se veía de muy buen aspecto. Al conversar un poco con él denoto una cara entre tierna y morbosa con ojos café claros, cabello castaño algo de barba poco poblada que combina con sus facciones y sus labios algo rojos y carnudos; sin lugar a duda había estado equivocado en lo que había estado pensando.

Al cruzar más palabras denoto que no es de la costa su acento, así como sus dichos me hacen pensar que es de la región antioqueña. Al llegar, nos saludamos y vi cómo sus ojos sin ningún pudor me observaron de arriba abajo con una cara de depredador, aquel que ha de comerse su presa. Me preguntó si tenía condones a lo que le respondí que no por lo que quedamos en comprarlo en la olímpica al dirigirnos me separé un poco de él para que fuese al mostrador de la droguería a que se los vendieran. Pude detallarlo una vez más esta vez por detrás. Tenía una rica espalda con más tatuajes que se dejaban ver a través de su camisilla. Al cómpralos y dirigirnos hacia su casa empezamos a hablar un poco más, gustos, ocupaciones experiencias, última vez en las que cada uno había culiado, lo típico. De repente, a casi unos metros para llegar  hasta donde sería su casa me dice con su voz grave -parcero yo tengo pareja si alguien llega a hablarle o preguntar por mi ud  niegue todo, ud no me conoce- inmediatamente le respondí mirándolo a los ojos -todo bien man, no pasa nada, pero porque habrían de contactarme- a lo que me respondió -mi pareja es muy celosa, compartimos la cuenta de Grindr, puede que se dé cuenta que hablé con ud- En mi mente solo me hice una pregunta ¿si comparten cuenta de Grindr porque ha de ser celoso? De inmediato me dice -no vamos a estar solo, tengo un amigo en mi casa ahora, está durmiendo en su cuarto no podemos hacer ruido no quiero que se dé cuenta- a lo que solo respondí con un ok. Entramos a su casa, se acerca y me dice al oído antes de subir las escaleras             -venga, no haga ruido- al subir al segundo piso. adelante me dice que  espere, a lo que se dirige a la puerta del cuarto de su amigo para asegurarse que no está despierto y de inmediato me dice que pase, lo hago y entro a la habitación.

Una vez adentro tiró en la cama la bolsa donde estaban los condones y se acerca, me agarra del culo con las dos manos y me da un beso. Inmediatamente siento un bulto más grande rosándose toda la pierna nos seguimos besando con tanto fogaje que siento esos labios carnudos y rojitos como un manjar entre los míos, sentía como su lengua se introducía en mi boca cosa que me arrecha mucho más de momento para y me dice que beso rico por lo que solo le doy un pico mientras empiezo a quitarme la ropa. No había tiempo que perder podría despertarse su amigo o podría llegar su pareja, ya previamente me había comentado que estaría llegando a la ciudad dentro de poco. Se desnudó más rápido que yo por cuanto se acuesta primero a la cama esperándome mientras se agita su verga semi erecta hasta ese entonces alcancé a ver la magnitud de su tamaño aun cuando no estaba totalmente erecta me pude dar cuenta cuán grande era. Al terminar lo mío me le tiro encima agarrándome el culo mientras nos besábamos esta vez me lo abrió y con la otra mano me acarició el hoyo con sus dedos algo mojados que se los había humedecido con su saliva. Con ese acento que me fascinó me dice que tengo un culito rico y que se lo comería con ganas lo que me prendió mucho más. Hasta ese momento fue dócil ya que a partir de ahí asumiría su rol de macho dominante, exploró mi culo, me tomó del cabello con algo de fuerza y me dijo con aquella cara de maniático sexual -mámeme el chimbo- a lo que de placer accedí hacer sin mucha resistencia. Pude comprobar de cerca con mi boca aquella verga gruesa y grande que había visto por fotos, una delicia, una mamada brutal con toda sumisión y placer. A pesar que no me gusta ser sumiso del todo cuando culeo, no me importó dejarme hacer todo lo que él quisiera, quería que se sintiera con todo el poder sobre mí, quería ser su esclavo sexual y que se saciara hasta el cansancio del placer que pudiese proporcionarle. Esa fue quizás la mamada que más he disfrutado. Mientras hacia lo mío veía su cara de placer, su boquita rosadita revelaba todo aquello que quería saber. Al tiempo sentía sus manos haciendo cada vez más fuerza sobre mi cabeza empujándome cada vez más hasta que pudiese tragármela toda, dudé varias veces si podría hacer tal cosa, pero mis ganas y aquel placer que sentía siendo sumiso me hicieron ver que podría hacer eso y muchas cosas más. Sentir toda su verga lubricada con mi saliva hasta los huevos y lo rica que se sentía dentro de mi boca solo fue el comienzo. Poco después me colocó boca abajo se puso sobre mí, podía sentir toda su verga entre mis nalgas y aquel torso apoyado totalmente en mi espalda empezó hacer movimientos en los que solo podía sentir rozar su verga un poco lubricada en mi culo mientras me mordía y me besaba el cuello, con una mano me halaba el pelo y con la otra me metía sus dos dedos en la boca preguntando si me gustaba.  A lo que solo podía contestar asentando con mi cabeza. 

De repente, se levanta y me pregunta si tengo Popper a lo que respondo negativamente, me dice que al parecer le queda un poco. Lo busca en su gaveta de mesa de noche y saca el frasquito rojo de llamaradas, lo abre e inhala un poco, dice q no le queda casi, al probarlo vi de inmediato como cambió su rostro aún más excitado, me abre el culo para chuparlo y pude sentir como lo disfrutaba igual o más que yo, al probar ese Popper mis sentidos se agudizaron por un segundo sintiendo así todo el placer q me proporcionaba su boca en mi culo. En breve termina de chupar y me pide que me acomode boca arriba me dice que quiere ver mi cara al meterme su "chimbo", se coloca el forrito con un poco de KY, me suaviza el culito al tiempo que me logra meter 1 dedo a lo que seguidamente ya con mis piernas abiertas y él justo al frente mío empieza a introducirme su verga. Yo estaba a mil, podía sentir como me abría todo, podía sentir como mi culo ahora estaba a toda su voluntad, podía ahora sentir como entraba en mi con tal suavidad con total placer con mis sentidos a millón, no había espacio para pensar en otra cosa más que placer. Más aún cuando podía ver aquel rostro totalmente complacido sintiéndose el dueño y señor con total propiedad sobre mí. Una vez completamente adentro, me dice lo rico que tengo el culo, me pregunta si tiene dueño y que ahora hará lo que quiera con él.   No alcance a contestarle ya que empezó a moverse cada vez más rápido aún si hubiese querido contestar no hubiera podido porque solo podía pensar el gusto que me daba sintiendo esa verga entrar y salir de mi. Me toma de las piernas y se abalanza sobre mi dándome un rico beso una vez más metiendo su lengua en mi boca con tanta fuerza como con rapidez con la que se movía cada vez. Sentía más fuerte la cornada con tanta intensidad que solo deseaba que nunca parara, que nunca se detuviera; aquello que sentía era tan placentero que a pesar de su tamaño y de la fuerza era quizás más adictiva que las drogas que ese paisa consume, yo solo quería más y más fuerte. Me toma del pelo una vez más con más fuerza mientras sus manos me agarran ambos brazos y su chimbo entraba y salía con rapidez. Me pregunta de nuevo si me gusta a lo que replico que si, de inmediato sale completamente de mí y me pide que me acueste boca abajo, lo hago y esta vez entra con mucha fuerza, aquella sutileza con la que había comenzado se había acabado, ahora continuaba con igual ritmo e intensidad a la que me había llevado hasta entonces, podía sentirlo todo encima de mi, sus manos esta vez halándome el pelo y la otra tapándome la boca, solo podía responder con gemidos a lo que me dijo que me callara que no quería que el amigo supiera que se estaba comiendo a una puta; me preguntaba continuamente si me gustaba al tiempo que me decía que mi culo le pertenecía y que yo era su puta, solamente de él, la puta que lo complace. sentía cada vez más su voz entrecortada agitada, algo de humedad aquella que sentía al igual por toda mi espalda. Tomó otra vez su Popper, me dió un poco y me pidió que me pusiera de pie, me metió su verga de una vez con tal intensidad que solo podía escuchar aquellos golpes entre su pelvis y mi culo, aun cuando para ese momento ya casi no importaba su amigo me daba nalgadas tiraba de mi pelo y tiraba de mi pelvis con tal intensidad que los golpes podían quizás haberse escuchado en la habitación de al lado. Seguía escuchando sus gemidos y sentirlo cada vez más húmedo a lo que solo podía observar con placer y como buen sumiso aguantador le pedía su leche con tantas ansias, le pedía que me "preñara" (que se llegará en el condón dentro de mi culo) al tiempo que le pasaba mi brazo por su cuello para sujetarme y nos besábamos con tal pasión que con mi otra mano libre me masturbaba fuerte. Al poco tiempo me dijo para llegarnos juntos, acepté y sin mucho esfuerzo me vine al mismo tiempo, sentí sus gemidos más fuertes  dándome golpes certeros con su pelvis, y en ese momento me di cuenta de que había cumplido mi objetivo, me había comido al paisa vicioso.
Enviada por uno de mis lectores. Vaya que lo disfrutó