ESTE RELATO ME LO ENVIÓ UN AMIGO PASIVO QUE ES BIEN ARRECHO... DISFRUTA TANTO UNA VERGA EN LA BOCA COMO EN EL CULO...
Todo comenzó con un simple hola
por parte de este nuevo compañero de trabajo, al que llamare Robert quien
tendría unos 32 años en esa época. Al momento de verlo me llamo mucho la
atención la forma en que se le marcaban los pectorales por encima del polo que
llevaba puesto, sin dejar de lado el gran bulto que se le formaba en sus jeans
chevignon; al pasar del tiempo nos fuimos haciendo amigos, sin embargo me
molestaba de él la forma en que se burlaba de mis ademanes femeninos. Pasaron
los años y seguíamos en una relación de tipo normal entre compañeros de
trabajos, más tarde Robert fue trasladado a otra institución en otra ciudad,
sin embargo seguíamos conversando por WhatsApp. En una de esas charlas él
abiertamente me pregunto si yo era gay y yo abiertamente le dije que sí, él
solo me dijo ya lo sospechaba y no le di importancia.
Después de esa “confesión”
seguíamos con nuestras charlas, Robert me decía a manera jocosa que él deseaba
partirme el culito porque le gustaba la forma en que se marcaban mis nalgas
redondas, y yo con el fin de provocarlo más le enviaba fotos de mi culo para
que él viera lo apretado que se me veía. Las conversaciones fueron cada vez más
subiendo de tono al punto que nos hacíamos videos él de su gran verga erecta y
yo de mi culo en cuatro.
Cierto día me encontraba en una
capacitación de un proyecto en el que estaba trabajando en la ciudad donde
Robert vive, y recibo un mensaje departe suya diciéndome que estaba alborotado
y que necesitaba una boca tibia que se la chupara, que lastima que yo me
encontrara tan lejos de donde él. Con un emoticón de sonrisa pícara le mande la
ubicación de donde me encontraba en ese momento, Robert se emocionó al instante
y me pidió es más me suplico que por favor fuera su apartamento que yo sabía
que la iba a pasar muy rico; recuerdo como si fuera ayer la emoción que me
embargo en ese momento que decido tomar el taxi que me llevara rumbo a su
apartamento, no me importó la lejanía que nos separaba, solo necesitaba saciar
mi ansia de chupar una buena verga y de sentir como cm a cm me la metía por el
culo, para luego poder disfrutar de esa rica, jugosa y caliente leche de macho
que tanto me fascina.
Llegue a su edificio y me anuncie
en recepción, el recepcionista me miraba de arriba hacia abajo y después de
hablar unos segundos por el teléfono me pidió la cédula y me dijo es el 304 y
yo solo le di las gracias, decidí subir por las escaleras y el corazón se me
quería salir del pecho, toque la puerta y al instante me abrió Robert llevaba
solo puesta una toalla blanca mostrando un gran bulto, pasó a su habitación y
veo que está otro hombre en la sala, Toño un amigo de él que tendría unos 35
años. Robert solo sonríe y me dice, te dije que la ibas a pasar bueno, entramos
los dos a la habitación y él se tira en la cama y se quita la toalla dejando
ver una verga de unos 18 cms medio dura, mis ojos se llenaron de lujuria
inmediatamente me desvestí y me tire a chuparle esa hermosa verga comencé por
pasarle la lengua alrededor de la cabeza y a jugar con la punta de mi lengua
introduciéndola en la rajita de la cabeza de su verga eso le encantaba por los
gestos que hacía, luego comencé a metérmela poco a poco abriendo mi boca para
no molestarle con los dientes, éstos los tapaba con mis labios para hacerle más
placentera la mamada así logré meterme esos 18 cms de carne de verga dura en mi
boca, me daban arcadas pero me las aguantaba y cuando lograba llegar a la base
de su verga se la sobaba con mi lengua y Robert me decía que la chupaba de
maravilla, al sacar la verga de mi boca salía toda llena de baba y el me
golpeaba la cara con ella, yo me dedicaba entonces a chuparle las bolas,
deliciosas con un poco de vello, primero le chupaba una lamiéndola luego la
otra para finalmente meterme una en la boca y después la otra; así seguía luego
se la chupaba de nuevo, demoramos como 10 minutos en esa sesión cuando me dice,
Toño mi amigo también quiere, y yo le dije no me da pena con él yo no lo
conozco, pero me dice relax él es bien, y entonces nos vamos a la otra
habitación donde está Toño en bóxer, él nos mira y solo sonríe yo voy un poco
apenado al estar desnudo en frente de alguien que no conocía pero tan pronto
Robert le dice a Toño: -“la mama como los dioses”, Toño se baja sus bóxer y me
dice ven pégate y yo dejando a un lado la vergüenza me arrodillo a chuparle la
verga a Toño era un poco más pequeña que la de Robert pero más ancha, esta era más
fácil meterla toda en la boca, pero aquí quien iba a mandar en la mamada era
Toño, él se levantó y me tomó por las orejas y comenzó a bombearme la verga
hasta el fondo de la garganta solo sentía que me partía el fondo de la boca,
porque me lo hacía de una manera salvaje, me daba cachetadas y me decía te la
tragas toda que rico, entonces Robert se puso al lado también ofreciéndome su
verga, yo me dirigí a la de él y comencé a chuparla pero Robert imitó a Toño y
también me la mando de una hasta el fondo de mi garganta, me estaban culiando
la boca de manera literal, así se alternaban uno y el otro, hasta q Robert dice
vamos al mesón de la cocina, entonces salimos los tres y fuimos a la cocina,
ésta tiene un mesón a una altura considerablemente perfecta yo me acosté boca
arriba y Robert se ubicó en mi cola y Toño en mi boca, Robert se puso un
preservativo y de una me la enterró en el culo iba a gritar porque tenía en ese
momento mi culo algo cerrado por la falta de actividad, pero Toño no dejó que
soltara un gemido porque ya me tenía su verga metida en el fondo de mi
garganta, me estaban culiando por ambos lados Robert me dejaba ir toda su verga
en mi culo, y Toño me estaba culiando la boca hasta el fondo de mi garganta,
luego cambiaron Toño se colocó el preservativo y Robert se lo quitó para que se
la pudiera chupar toda, Toño me la dejo ir también sin compasión por el culo,
esta verga me dolió más pues Toño la tiene mucho más gruesa que Robert, y así
estuvimos alrededor de 15 minutos en el mesón de la cocina, luego yo les dije
que me dolía la espalda ya y Toño me dice vamos a la cama, él se acuesta y me
dice cabálgame, yo enseguida me le siento encima de la verga y comienzo a hacer
movimientos circulares que lo volvían loco, siento que me abraza bien fuerte, y
yo creo que es por la excitación que estamos viviendo, pero no, era porque
detrás de mí estaba Robert colocándose otro preservativo dispuesto a hacerme la
doble penetración, cuando me percato de la situación está Robert colocando la
cabeza de su verga en la entrada de mi ano, le digo que no lo haga, pero su
mirada maliciosa me decía que si lo iba a hacer, Toño me tenía firmemente asido
hacia él y Robert se fue abriendo paso, yo comencé a gritar y a intentar zafarme
como loco pero Toño era mucho más fuerte que yo, solo comencé a gritarle y a
decirle que no lo hiciera, que lo sacara y las lágrimas brotaban de mis ojos, esto
lo animó más y me la clavo de una toda, tenía dos vergas en mi culo, pasaron unos segundos antes de que Toño
comenzara a bombear, al principio era un dolor insoportable, pero después todo
se fue haciendo más rico y ya no lloraba o gritaba solo gemía del placer que
esas dos vergas le estaban dando a mi culo, no demoramos mucho haciendo la
doble penetración, solo alternaron como dos veces para bombearme, en esas Toño
dice bueno vamos a masturbarnos para acabar, y me sacan las vergas entonces
Robert dice: -“nojoda mírate ese jopo como te quedó abierto, te hicimos señora
ya”, entonces nos dirigimos a la sala allí Robert le dice a Toño, él quiere
tragar leche, y Toño dice bueno arrodíllate y yo me arrodillo delante de esos
sementales que estaban jalándose sus vergas, el primero en llegarse fue Toño
sentí su primer chorro de leche espesa y caliente en mi boca, el resto me lo
echó en la cara, Robert se llegó al momento pero este si me metió toda su verga
en mi boca para que no desperdiciara ni una sola gota de leche, estaba más
espesa que la de Toño, me la trague toda y se la limpie una vez hubo terminado,
las gotas de sudor caían en la baldosa de la sala, estábamos exhaustos, y
Robert me dice ve al baño y aséate, yo lo hice y cuando me pase la mano por mi
culo lo sentí súper ancho que no pensé que se me iba a cerrar más, me vestí y
ellos me dijeron esperemos que se vuelva a repetir, yo les dije: también lo
espero, al bajar las escaleras las piernas me temblaban, llegue a la recepción,
retiré mi cédula y el recepcionista me quedó viendo y yo le guiñe el ojo y
sonreí, pase la avenida y tome un taxi de regreso para seguir con mi
capacitación.