martes, 10 de marzo de 2015

Miradas en baño público

El pasado Viernes entré al baño del Americano, como siempre con mis ganas latentes de morbosearme a todo el mundo, que se despiertan con el mínimo movimiento atrevido de algún homólogo malintencionado y a las cuales no puedo ser inmune. Estando en el lujurioso lugar (que es como defino estos baños de los centros comerciales especialmente en ciertos días y horas específicas), me percaté que un muy buen prospecto de tipo gym venía detrás de mi y al acercarme al espejo para enjuagarme las manos me miró fijamente y simuló seguir de largo. Cuando fui a los orinales y me ubiqué a dos puestos de donde él estaba, el susodicho, ya estando en uno de ellos orinando (o al menos eso parecía), volteó el cuello de tal manera que yo notara que el me estaba buscando; habían dos o tres tipos más en el baño y esto en parte me excitaba, pero también me atemorizaba. Terminé de orinar y el hombre todavía estaba en lo suyo, al parecer sacudiendosela por el movimiento de mano que hacía, pero en realidad se la estaba jalando y en cuanto notaba que yo lo alcanzaba a ver lo hacía más evidente agregándole un tono morboso a sus movimientos faciales (boca semi-abierta, dientes laterales asomados, la lengua un poco afuera, la cara hacia arriba y los ojos entre abiertos a ratos, todo esto demostrando más que placer, seducción a través de la incitación a pensar que tenía mucho rato sin culiar. Era un tipo de excitación visual cual desespero por arrancarse la verga sacándose toda la leche que llevaba dentro). Obviamente, en cuanto lo vi haciendo todo esto se me puso dura y empecé a sobarmela también, ya los otros manes habían salido y el me miraba de reojo haciéndose el desentendido y ahora mordiéndose los labios además de los otros gestos mencionados, y apretando los ojos con el mismo desespero. Hasta entonces, sus movimientos de cuerpo eran normales cual si estuviera orinando. Luego de confirmar que yo no solo lo miraba también de reojo, si no que además me pajeaba, se mostró más evidente y empezó a hacer O con su boca al tiempo que apretaba sus ojos, volteó la cara adrede sin dejar de hacer sus movimientos bucales y frunciendo el ceño, y me miró demostrando placer al tiempo que se movía tal y estuviera culiandose a alguien. No pasó mucho tiempo para que se saliera del orinal para dejarse ver, en tanto me indicaba con la vista que hiciera lo mismo, pero antes de eso se asomó un poco a ver si alguien venía, me insinuó que me acercará, pero no me acerqué tanto. Después me hizo las típicas señas para que se la agarrara, pero sentimos que alguien venía y volvimos a los orinales. Me guardé la verga y me fui al lavamanos, él hizo lo mismo.  Aun las teníamos duras, sin embargo a él se le notaba más por el tipo de ropa que llevaba y además se recostaba al lavamanos para sobarse la verga. Finalmente, el otro individuo salió; el arrecho me dijo que quería llenarme la boca de leche, que si no quería, le dije que no, que me la chupara él, entonces me respondió que bajáramos al parqueadero y lo hiciéramos en su carro. Estando ahí quiso hacerse el marica y me lo volvió a insinuar, a lo que le volví a repetir que me la chupara él que yo sabía que el quería, y efectivamente empezó agarrándola, cuando de repente se inclinó hacia adelante y se la tragó de un solo, disfrutaba tanto chupármela como se la jalaba en los baños, haciendo los mismos movimientos de O, esta vez con sonidos salivales y me miraba cada vez que se la sacaba. Yo por mi lado, se la empujaba toda y no dejaba que la sacara cuando él lo intentaba, me la pajeaba, se la tragaba, era demasiado rico como lo hacía. Me decía que si me gustaba y me miraba cuando hacía mis gemidos de placer. Cuando iba a aterrizar me dijo que le avisara y así hice, no me la soltaba porque en tanto yo aterrizaba, él también lo hacía. Me llegué en su mano y el en su abdomen. Me limpié, me bajé y me fui a continuar con mis vueltas. 

2 comentarios:

  1. Mk que relatos tan chévere yo hice algo así pero en Jumbo prado

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