martes, 3 de marzo de 2015

"trío con el motociclista"




Rumbo a Puerto Colombia, hacía  días por una aplicación de buscadores,  que conocí a un joven de 23 años, blanco como el algodón, de cabello negro azabache, por sus rasgos noté en las fotos que me envió que era del interior del país. Entramos en conversación y me dijo que quería un cuarteto, pero que no había sitio. Su idea era ir dos activos en el cual me incluyó, un versátil, que al parecer era el novio y él que decía ser versátil. Luego yo comprobaría lo poco versátil que era y el gran pasivo que sería. 
Su pensar era que cada pareja alquilara una habitación y que en el transcurso de la noche nos pasáramos a una sola. Veníamos hablando de eso día tras día. Sin embargo, no se había podido concretar nada. Un día de esos que piensas que nada sucederá y estando en el trabajo en turno de 2-10, me escribió diciendo que estaba arrecho, y que quería que hiciéramos algo. le dije que trabajaba hasta las 10. Me dijo que no importaba que el me recogía en la moto y agregó que si no tenía un amigo act para hacer un trío, que sus ganas eran tantas que quería tener una verga en su culo y otra en la boca. Le respondí que esperara mientras contactaba a un amigo de puerto Colombia. Lo cual hice y acordé con mi amigo hacer un trío en la noche a la orilla de la playa. A eso de las 10 salí de mi trabajo y le avisé al de la moto que nos encontráramos en Simón Bolivar. Ahí me recogería e iríamos a Puerto a encontrarnos con mi amigo allá. A eso de las 10.30 nos encontramos, muy simpático el man, pero por la forma como me miró pensé no haberle gustado, sin embargo me dijo, que subiera y arrancó. Por fin nos fuimos, cogimos por la circunvalar. Cuando de repente me dijo - aja no me la vas a arrecostar a ver si me voy animando?- me eché a reír y me acerqué a su trasero. Seguíamos en la moto y cada vez se acercaba más con lo cual me iba arrechando. Seguíamos nuestro rumbo cuando de repente echó su mano hacia atrás y empezó a manosear mi verga cada vez que quedábamos solos en la vía. Yo todo parolo solo disfrutaba. En una de esas me dijo que me la sacara por la corredera del jeans, a lo que yo accedí. Él seguía manejando, sostenía el manubrio con una mano y con la otra hacía el intento de masturbarme. Ya alejados de la vía principal de la circunvalar y adentrandonos por la variante a Puerto detuvo la moto y me dijo -voy a orinar- yo me bajé, me acomodaba el jeans y metía mi verga para cerrar la cremayera cuando de repente a plena orilla de la vía se arrodilló y empezó a mamarmela.
No se veía ni un alma. La vía se encontraba solita. Yo solo sentía como el se tragaba toda mi verga una y otra vez. Cuando de repente se paró y me dijo que nos fueramos y yo todo emocionado le dije que se dejara puntear. Caminó hacia la moto, pensé que no quería, cuando de repente bajó su jeans y ahí noté que no llevaba ropa interior, se inclinó hacia la moto soportando sus brazos sobre la silla y sus nalgas mirando hacia mi. Me acerqué y las abrí con mis manos cuando noté su culito rosado, limpiecito y sin vellos, provocando en mi las ganas de hacerle un oral a ese culo, pasaba mi lengua lubricandolo con el fin de facilitar la penetración. Me puse de pie, escupí mi verga y puse la cabeza de mi verga en la entrada de su culo intentando introducirlo. El decía que le dolía y yo para distraer su dolor le mordía el cuello y orejas. Cuando la cabeza se encontraba dentro se acercaba un carro y nos tocó parar y hacer que estabamos orinando. Me dijo que era tarde y que mejor allá en Puerto seguíamos. Yo con la arrechera a flor de piel. Después de unos kilómetros  volvió a parar la moto y me dijo que no aguantaba las ganas, se volvió a bajar el pantalón y me dijo que lo clavara. Bajé mi pantalón y sin tardar mucho se la fui empujando de una hasta el pegue, de la misma arrechera no nos dimos cuenta que del otro lado había una unidad residencial y el vigilante prendió la luz. Nuevamente nos tocó suspender hasta llegar a un paraje solitario y sin luz. Ahí fui yo quien le bajó el pantalón y lo puse sobre la moto. Lo empecé a clavar y no me importaba que el dijera que le dolía, quería aprovechar antes de otra interrupción, le pregunté que si quería que me viniera y me dijo que no porque el quería sentir dos vergas a la vez, que me aguantara. Entonces paramos, nos subimos a la moto y me dijo que dejara la verga afuera, yo hice caso sin saber que pretendía. Arrancó la moto, bajó su jeans y mientras conducía se levantó y me pidió que me rodara hacia adelante y se fue metiendo mi verga en su culo mientras se sentaba en mi, era increíble. Si me lo hubiesen contado, no lo creería (Creo que eso nos pasa a todos los que estamos leyendo), me lo estaba culiando en la moto.

Sin embargo, el placer duraría poco porque cada vez que la moto brincaba él intentaba meterse más mi verga, me la maltrataba con la corredera. Además, ya nos acercabamos a Puerto, así que paramos y nos arreglamos antes de entrar al pueblo. Le avisé a mi amigo que estabamos llegando, que nos esperara en la plaza. Y así fue, cuando llegamos, ya estaba ahí. Mi amigo y yo caminamos hacia el muelle mientras el parqueaba la moto. Por fin, ya los tres desocupados, empezamos a caminar hacia la playa de puerto. Habían muchas chozas, todas desocupadas, así que lugar si teníamos, caminamos hasta casi donde no había luz. Nos metimos en una cabaña donde había una especie de banca de madera. Y no demoramos en meternos cuando el motociclista nos empezó a manosiar las vergas, se sentó en la banca mientras mi amigo y yo nos bajamos los pantalones, al tiempo que el empezaba a masturbarnos y a chuparnos las vergas. No lo podía creer, estaba haciendo un trío a media noche a orillas del mar. Mi amigo de puerto es algo vergón, medido a ojo tiene como 20 cms y yo solo 18, pero bueno el hecho es saber moverla. De repente el que nos chupaba se quedó con mi verga en la boca y le hizo señas a mi amigo para que lo clavara, solo se escuchaba el retumbar de las olas y como la brisa rodeaba nuestros cuerpos semidesnudos. Cuando de repente escucho el retumbar de los golpes chacareros de mi amigo, quien clavaba fuertemente al de la moto, y este a a vez se atragantaba con mi verga. Luego de un rato, le pidió a mi amigo que se acostara en la banca que quería cabalgarlo, se sentó encima del vergón y se inclinó hacia adelante y me dijo que intentara meter mi pene también porque el quería dos vergas. Ensalivé mi pene e hice el intento varias veces, pero se me hizo imposible ya que el culo no estaba lo suficientemente dilatado. Me acordé que en el bolsillo llevaba un frasco de popper y le dije que si quería probar. Me dijo que eso era lo que necesitaba. Inhaló un poco y cuando vi como su cara se enrojecía lo intenté nuevamente y fue mucho más fácil. Mi verga empezó a entrar y su culo se estrechaba más a tiempo que la verga mia y de mi amigo se rosaban. Que sensación tan chimba. A medida que mi pene entraba su culo se hacía más y más estrecho. Mi amigo metía y sacaba su verga lo cual me excitaba mucho por el roce. Su sueño estaba hecho realidad, tenía dos vergas en su culo, él gemía,  la verdad no me importaba si era de dolor o placer, en esos momentos me vuelvo egoísta, solo estaba pensando en mi placer y lo rico de esta nueva sensación. Llegó un momento de sincronización con mi amigo, los dos metíamos y sacabamos la verga. De repente sentí un líquido caliente, mi amigo se había venido y su leche servía como lubricante a mi verga, lo cual me excitó al punto de llegarme también. Al sentir esto, el pasivo empezó a masturbarse y al poco tiempo también estalló, su semen le llegó hasta la cara. Fue un gran chorro. Su cara era de placer indescriptible. Al poco tiempo de reposarnos, caminamos hacia la moto, nos despedimos de mi amigo y tomamos rumbo a Barranquilla cansados y mamados, pero con el placer de una aventura como ésta".

Ésta fue contada por un act que me encontré en una app de buscador gay. Buena historia.

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