Relatos Eróticos
Historias contadas con una gran ERECCIÓN
martes, 1 de mayo de 2018
"relatos de adolescentes" por Anónimo
Él y yo solíamos bañarnos juntos en represas cercanas junto con otros chicos, pero nada fuera de lo común, solo molestar. Sin embargo, yo muy mirón apreciaba sus atributos disimuladamente con ganas de tocarlo. Aún recuerdo la primera vez que se lo vi, era pequeño comparado con las que he visto ahora, pero se veía muy grueso y muy estilizado ya que a sus 17 años ya tenía circuncisión, lo cual me hacía desear aún más ese teterito. Una vez que nos estábamos cambiando se me paró la verga al verlo desnudo, no me pude contener. Orlando se dio cuenta pero no le prestó mucha atención, seguro porque pensó que era algo normal a nuestra edad, así que sólo se echó a reír.
Pasaron dos años en los cuales sólo lo miraba cuando nos bañábamos juntos en ropa interior, pero no me atrevía a decir nada puesto no quería que nuestra amistad se acabara en caso que me rechazara.
Una vez en una de esas fiestas a las que los adolescentes como yo (14 años en ese entonces) solíamos ir, me quedé a dormir en casa de mi Orlando. Dormíamos los dos en una colchoneta y en esa ocasión me atreví a tocarlo por primera vez. Confieso que tenía mucho miedo de lo que pudiera pasar, pero estaba muy arrecho, así que empecé a palpar su pene por encima de sus Jeans, ya que como habíamos llegado trasnochados nos dormimos así como estábamos vestidos. Lo tocaba y me hacía el dormido por si se despertaba, así hice en repetidas ocasiones hasta que me rendí y preferí dejarlo para otra ocasión.
Pasaron días o semanas, ya casi no recuerdo, pero era una de esas noches sin luz en las que no había más nada qué hacer que echar cuentos y mamar gallo. Estábamos Orlando, otros dos amigos y yo en el carro de su papá que estaba en el garaje de su casa jodiendo, molestando hasta decir no más. Cosas de pelaos. Orlando estaba en el puesto del pasajero de adelante (copiloto) y yo en el puesto derecho de atrás, es decir detrás de él. En una de esas Orlando sacó su verga nombrando a las chicas del barrio alardeando que eso que estaba mostrando era para ellas. Todos nos reíamos pues él siempre era muy cómico y vulgar al mismo tiempo. Él me miraba e intentaba tomar mi brazo por detrás de la silla para que yo se lo tocara, fue cuando me di cuenta que él sabía lo que yo había hecho la otra noche.
En una de esas uno de nuestros amigos salió del carro y al rato el otro. De esa forma quedamos solos mi bombón y yo. Él de inmediato dijo que tenía sueño y que se iba a dormir, así que inclinó la silla hacia abajo y se recostó dormido. Yo entendí lo que él quería que yo hiciera, así que proseguí a hacerlo. Empecé a tocar su verga por encima de su pantaloneta, la cual ya estaba dura y a medio lado. Empecé a acariciarla, darle besitos y morderla por encima de la pantaloneta mientras él "dormía" (cree que no me di cuenta que fingía). La tocaba y me erguía de nuevo para ver que no viniera nadie. Proseguí al siguiente paso, la saqué! Al fin la pude tocar con mis manos. Fue el momento más excitante y erótico que había tenido hasta ese momento de mi vida. Tocaba esa verga dura y un poco torcida al tiempo que le hacía la paja suavemente, la observaba muy bien pues era la primera vez que tenía una en mis manos y tenía la curiosidad de conocerla y palparla.
Luego proseguí a tocar sus huevos y a acariciarlo por todos lados para que se sintiera más arrecho, chupaba sus tetillas y acariciaba su pecho al tiempo que tocaba su verga bien parada lista para una buena paja. No quise besarle porque no quería despertarlo de ese aparente sueño. Entonces me atreví a lo tan esperado, empecé a chupar la cabeza muy suavemente. Primero sólo con mi lengua y luego la sostenía con mis dos labios. Así hice durante un rato hasta que por fin me la metí toda dentro de la boca y empecé a chupar de arriba hacia abajo haciéndolo lo más suave que podía para no despertarlo. Cuando me la sacaba me quedaba un rato saboreando y disfrutando de mi primera chupada. Volvía a metermela toda y la sacaba enseguida de mi boca toda mojada. Imité este ejercicio por un rato hasta que sentí como su verga vibraba y no entendía porqué, pero se sentía rico. Unos gemidos suaves se le escaparon a él mientras se la estaba chupando, yo sentía la vibración de su verga y su abdomen algo agitado, el empezó a hacer fuerza con sus piernas, yo seguía chupando y algo me llevó a hacerlo más fuerte y más rápido hasta que escuché el ruido de alguien y mi amigo se despertó. Paramos todo sin haber terminado. Los dos salimos del carro como si nada (creo que del susto la verga se le bajó de ipso facto) nos encontramos con nuestros amigos y nos fuimos a jugar. Tiempo después entendí que las vibraciones de su verga se debían a sus ganas de eyacular. En un próximo relato les cuento lo que empezó a suceder en las noches siguientes.
ANONIMO
domingo, 18 de febrero de 2018
Morbo en Puerto Colombia
jueves, 15 de febrero de 2018
"El paisa vicioso"
Enviada por uno de mis lectores. Vaya que lo disfrutó
miércoles, 31 de enero de 2018
El novio de mi primo me sacó la leche.
Supe desde el día uno que él conocería sin mucho esfuerzo el sabor de mi sudor, mi verga y mi leche. ¿Cómo lo supe? por su manera de mirarme casi que diciéndome "culeame". Además que un año atrás nos habíamos conocido por Skype, pero por cuestiones de tiempo y espacio nunca pudimos encontrarnos y finiquitar un polvo. Así que esa cuenta aún estaba pendiente. Ese día que nos presentaron, en el que por su puesto actuamos como si nada, me pegué una paja recordando como abría ese culo frente a la cámara y como gemía simulando que yo me lo cogía cada vez que nos veíamos a través de vídeo llamada.
Pasaron los días y el novio de mi primo parecía ganar más territorio que mujer en casa de la suegra. En cierta ocasión yo estaba cocinando y se metió a la cocina a hablar conmigo, empezó a preguntarme por mi novia -la última que tuve de verdad- y ese día corroboré lo que ya antes había pensado. Sin embargo, al ver a mi primo tan emocionado con tan solo 3 semanas de relación después de un fracaso de dos meses mal invertidos, decidí evitar cualquier tipo de acto sexo-delictivo con Alonso como se llama el flaco guapetón.
Así entonces, pasaron varios días y él cada vez más metido en el apartamento, especialmente todo el fin de semana desde el Viernes en la noche hasta el Lunes en la mañana. Conversamos en diferentes ocasiones y siempre buscaba la manera de hablar de cosas calientes y en tono bajo para que mi primo durmiendo o viendo tele en su cuarto no escuchara nada. Dos veces se me paró la verga, la primera traté de disimular pero él igual lo notó. La segunda vez, me fui a mi cuarto y me puse a ver tele. Y hasta allá llegó el chicuelo, hablando de cosas triviales por supuesto, para que mi primo no notara sus intenciones morbosas -¿qué película es esa? ah yo me la vi una vez, es súper buena- esto ultimo lo decía mirando mi bulto que yo trataba de esconder con las piernas levantadas. -vete para allá- le dije - que Wilson se puede molestar- y él solo se reía y fue y volvió dos veces.
La segunda vez que volvió me dijo -sacatela, él está durmiendo- a lo que respondí -no, qué tal se despierte y nos pille- entonces, salió de mi cuarto y en la puerta de al frente donde queda el cuarto de mi primo se asomó y me hizo señas con los ojos cerrados que estaba durmiendo. Entró corriendo a mi cuarto me bajó las piernas junto con la ropa, sacó la verga semi-dura de mi bóxer y se pegó a chupar. La primera mamada fue épica, se tragó la verga de una en garganta profunda y así lo hizo varias veces. Yo, amante de ese tipo de mamadas, le daba pausa a su cabeza sobre mi verga y no lo dejaba sacarla hasta que empezaba a moverla muy bruscamente intentando liberarse. Lo paré y le pedí que hiciera algo que se me había ocurrido en ese momento -ves al cuarto y mira si Wil sigue dormido, pero bésalo, quiero que lo beses con la boca sucia de mi verga- él sintiéndose atraído por el mismo morbo no dudó en hacerlo y yo me levanté y desde un lado de la sala podía ver como él flaco besaba a mi primo con la boca sin limpiarla después de comerse mi verga. Regresó a la sala y ahí lo arrodillé y lo puse a seguir mamando y besando a mi primo por 3 veces más hasta que éste se despertó. Según el me comentó cuando regresó después que Wilson se despertó quería culiarselo, pero él astutamente le dijo que fuera a comprar lo del desayuno para que salieran por ahí temprano. Mi primo le respondió que primero se bañaría y lo invitó, pero ya Alonso se había bañado hacía dos horas, a eso de las 7 cuando yo estaba haciendo mi desayuno y cuando había llegado así en toalla a la cocina y luego a mi cuarto.
Así en toalla todavía y mientras su novio estaba bañándose regresó a mi cuarto a seguir mamando, ya mi verga estaba algo flácida, pero eso sí, bastante mojada. Él con su gran talento bucal la despertó sin tanto apuro cuando la ahogó una vez más con su garganta profunda. Pero yo quería más, así que me levanté sobre la cama, y me puse sobre su cuerpo que reposaba sobre el borde de la cama. Se la metí de una con un poco de saliva y con mis manos sobre sus nalgas y espalda que acariciaba mientras se la iba enterrando. Él empezó a gemir un poco suave, y yo le tapé la boca, entonces cogí la almohada y se la puse en la cara y se la apretaba para que no se escuchara. Cambié de posición y me lo culié de ladito mirando hacía la puerta de mi cuarto que estaba abierta y desde donde se veían el cuarto de mi primo y el baño mientras escuchábamos la ducha abierta. Luego, le dije que se levantara y lo puse inclinado sobre la pared donde está la puerta del baño le dí duro pero evitaba que pegaran mis huevos sobre su culo para no hacer ruido. Finalmente, y sabiendo que mi primo se demora cual mujer en el baño, dimos unos pasos más y terminamos en el cuarto de él; lo puse en cuatro patas sobre la cama y ahí le daba un poco más duro metiendole los dedos en la boca y jalandole el cabello. apretándolo por el cuello. Le decía muy de cerca -esto era lo que querías verdad puta? que te levantara a verga, como a mi mujer, por eso es que me preguntabas que como me culiaba a mi novia, perra- y él solo gemía suavemente y respondía -no pares-
Lo saqué de la cama y lo puse sobre una pared donde estaba el espejo y pude ver el panorama de mi verga entrando y saliendo de su culo ahora trajinado, estaba tan arrecho que sin darme cuenta lo mordí en la espalda. Ya con ganas, pero sobre todo por la prisa, de acabar le dí más duro y lo abracé de espalda mientras me lo comía, con mis manos acariciaba su pecho y cuando sentí que venía lo arrodillé, me quité el forro, le puse mi verga en la boca, terminé de culiarmela y me boté todo todito todo dentro de ella. Él se la tragó y nos salimos del cuarto. Mi primo salió a los 5 minutos después de haber terminado. Él se había limpiado y simuló estar viendo televisión en su cuarto.
miércoles, 24 de enero de 2018
Hice llorar al trabajador de Homecenter
jueves, 11 de enero de 2018
De regreso!!!
Sin embargo, aquí estoy y en esta ocasión lo haré diferente. Les daré algunas opciones y de acuerdo a la más votada les publicaré sobre esa anécdota. Luego, les iré contando las otras de acuerdo al orden en el que queden.
1. El novio de mi primo me sacó la leche.
2. Chupada nocturna del amiguito de mi hermano.
3. Hice llorar al trabajador de Homecenter.
4. El morenito ojos claros con pussy ass (su culito parece una vagina)
5. La chica de 19.
6. Le metí la punta al asesor de Bancolombia.
Escoge tu favorita!!!
viernes, 5 de febrero de 2016
Mi compañero de apartamento: Le compartí mi apartamento y Él compartió...
jueves, 28 de enero de 2016
Estoy de vuelta!!!
miércoles, 12 de agosto de 2015
¡No se qué hacer!
Me encuentro en una situación bastante incómoda. ¿A cuantos de nosotros no nos ha pasado que nos sentimos atraídos por un hetero y en parte tal atracción se da por la misma posible atracción que él demuestra hacia a ti? Ese es mi caso ahora. Se trata de un chico en mi lugar de trabajo. Es muy atractivo, y desde que llegué nuevo a ese lugar hace cómo mes y medio no para de mirarme de una manera muy diciente. Siempre me he cuidado de pensar que si alguien te mira de cierta forma ya va ser gay de una. Puede pasar que nos equivoquemos y por eso evito hacer juicios. Sin embargo, la semana pasada pasó algo muy particular. Le saludé de la mano como siempre lo hace cuándo me ve. Pero ésta vez fue distinto, ésta vez al darnos la mano me rozó los dedos mirándome a los ojos de una manera que aún recuerdo con muchas ganas. Sostuvo mi mano y no la soltó inmediatamente, si no que al momento de separarnos lo hizo prolongadamente acariciando la palma de mi mano con la suya al tiempo que me miraba fijamente. ¿Será que me está tratando de decir algo que yo no se comprender? Pero ¿y sí me equivoco? No me gusta arriesgarme, en realidad me da temor equivocarme. Por otro lado, me estoy sintiendo más atraído cada día al punto que hasta en los sueños lo he visto...
miércoles, 29 de julio de 2015
¡se encerró en el baño!
Espero les guste... y les cause grandes erecciones y ganas de follar como las que mantengo yo cada día. Es que follar... ufffffff es de los grandes placeres de la vida y enterrarla en un hoyo cerrado es un placer aún más grande e indescriptible.
lunes, 20 de abril de 2015
"CAPACITACIÓN DOBLE"
lunes, 6 de abril de 2015
Masaje a Johnatan, el chico tierno
Llevábamos hablando ya hacía casi año y medio desde que él tenía 15 años según me decía, todo un bebesito que aunque me daban ganas de romperle el culo, también me daba temor por los líos legales y por hacerle daño a ese botoncito apretado que me mostraba cuando nos hacíamos aquellas inolvidables pajas virtuales. Además, de su misma negativa porque nunca antes había sido penetrado y escasamente había tenido sexo, por lo que siempre me decía que no estaba seguro de dejarsela hundir. Nos conocimos por aquella página o web social para "cazar hombres" y demoramos hablando por un largo rato, no siempre de temas eróticos pero siempre éstos primaban. Nos perdíamos por semanas y alguna otra noche nos volvíamos a ver.
Después de un muy largo tiempo y de mis continuas insinuaciones para que me dejara hacerle rico por atrás aceptó probar, pero porque le dije que no se preocupara que no lo iba a penetrar si él no quería. Esa noche me comentó que andaba estresado porque tenía muchas cosas que hacer y la semana había sido muy pesada, era un Jueves. Le dije que nos viéramos al día siguiente y le ofrecí un masaje para quitarle el cansancio y estrés. "te va a gustar" le dije. Fue enfático con aquello de que si estábamos en el acto y le dolía cuando se la estuviera enterrando pararíamos y no lo obligaría. Siempre me decía "te quiero chupar esa verga" "tragarmela como un bombombun" típico de los pelaítos cuando están aprendiendo a culiar. Así que le dije que si el quería solo me ordeñara con la boca y yo le hacía el masaje, pero que estuviera tranquilo que no lo iba a obligar si el no quería que lo penetrara.
Quedamos en encontrarnos después del medio día. Llegué casi que puntual, sin embargo él aun estaba ocupado con algo que tenía pendiente con los compañeros. Nos encontramos cerca al Inca y ese día descubrí que no estudiaba donde en realidad me había dicho. Sin embargo, eso no me importaba porque lo que yo quería era fornicarmelo.
Finalmente apareció y nos encerramos en un motel cercano a su lugar de estudio. Estando allá me di cuenta que se veía más pelaíto que por cam. Parecía un muñequito de televisión por su carita de niño con una maldad juguetona. Nos dimos un par de besos, pero a lo que más me dediqué en ese momento fue a apretar su cuerpo contra el mio para que sintiera mis ganas de él en tanto se la arrecostaba, le acariciaba las nalgas sobre el pantalón, le metía las manos en las nalgas y se las acariciaba; le cogía el culo fuerte para que empezara a desear lo que yo sabía que él quería. Mientras nos besábamos por todas partes con ropa todavía le dije que se veía menor de 17 años, incluso más joven que por cámara. "¿cuántos años me pones?" me preguntó; "como 13" le dije y los dos sonreímos, "en realidad tengo 15" respondió y yo me quedé en silencio por un instante. Era la primera vez que estaba encerrado en un motel con un niño que acababa de cumplir 15 años. Unas tres semanas atrás había visto la notificación en Skype de que estaba de cumpleaños y hasta lo había felicitado. Me contó que desde que nos habíamos conocido me mintió ya que siempre lo rechazaban por su edad porque nadie quería involucrarse con un menor de edad y menos si era menor de 14 años. No obstante, a mi siempre me había excitado la idea de culiarme a uno cómo él; aún así, me había cohibido de hacerlo con otros que conocía por los temores ya antes descritos. Me volvió a besar con picardía diciendome "ya no me la quieres hundir como dices tú" y me apretó la verga suavemente.
Me arreché mucho más sabiendo que me iba a almorzar un pollito fresco y entonces la verga se me puso en modo recargado, lo apreté por la cintura y le di la vuelta, le bajé el pantalón y vi su bóxer, comprobé que en realidad si era un niño. No se lo bajé si no con mi verga como estaba y con el jeans todavía puesto se la arrecostaba mientras le besaba el cuello y el retorcía el cuerpo de la cintura para arriba. Le dije que como él era un niño tenía que tomarse el tetero así que se arrodillara; me daba algo de risa ver su expresión de quererme complacer, pero se veía su inocencia en las cosas que hacía y decía, cual si siguiera el libreto de una novela o algo visto en alguna película porno. Pero al mismo tiempo me daban muchas ganas de quitarle toda esa inocencia y así el morbo me ponía a mil. Me saqué la verga por la corredera todavía sin quitarme el jeans y lo dejé que chupara su bombombum como él quería. Lo agarraba con una mano y con la otra me tocaba el abdomen, me ponía una cara de mujer que seguía causándome mucha gracia, pero morbo al mismo tiempo. La chupaba muy bien para ser su primera vez porque según me había contado antes había morboseado unas cuatro veces antes, pero el como activo.
Seguía chupandome la verga como un dulce inocente y suavemente, pero para quitarle esa caricatura de cara de puta que ponía lo agarré por la cabeza y le daba cachetadas suaves que alcancé a darme cuenta que lo asustaron, lo cogí por el cabello y le dije que se la tragara toda. Tenía muchas ganas de hacerle maldades y ya me había dado la inspiración que necesitaba. Lo hice que se la tragara pero se ahogo inmediatamente, nada comparado con los ya experimentados. Sin embargo, son dos cosas totalmente distintas y AMBAS placenteras, a los inexpertos también se les disfruta bastante, especialmente cuando tú llevas el control. Me miraba con ojos llorosos después que se la metí a la fuerza hasta la garganta y que me había apoyado sobre su cabeza para hundirsela toda, lo seguía poniendo a chupar y le decía "¿no querías chupar?" "bueno aquí tienes lo que querías" y él solo me miraba seguía haciendo el curso de "como aguantar una verga en la garganta por más de un segundo". Me quité el jeans y el resto de la ropa. Lo abracé él aun con su bóxer y se la sobaba por todas partes.
"se te está olvidando mi masaje" "¿no te acuerdas?" me dijo, le respondí diciéndole que por eso nos estábamos desnudando.
Busqué lo que había traído para el masaje y le dije que se acostara boca abajo "sin el bóxer" le dije, me di cuenta que sentía pena de dejarme verlo sin nada de ropa. Cuando se lo quitó y se acostó boca abajo pude ver el color de su cuerpo todo uniforme, sus piernas algo velludas y hasta parte de su pelvis, del mismo modo su culo. De la cintura para abajo cubierto de vellos finos que me llamaron mucho la atención, su culo se veía tiernecito, para ser delgado tenía una colita pronunciada y abdomen marcado por la delgadez natural de su fisionomía. Mi verga seguía dura y con ganas de más chupadas, así que mientras preparaba mis manos para empezar el masaje, le dije que me regalara unas chupaditas para que la verga se sintiera consentida.
Me ubiqué en su espalda para empezar el masaje. Mi pelvis y más exactamente mi verga quedó en su culo calientico y suavecito, En realidad todo su cuerpo era suave, hasta su cabello. Con las manos empatadas de un aceite especial que usaba para dar estos masajes empecé a pasarle el dedo índice desde el cuello hasta la cintura por toda la columna vertebral. Su cuerpo reaccionaba con movimientos senso-motores. Luego le pasé la mano derecha con los dedos separados por toda la parte trasera del cuello, empezando desde la parte del cabello hasta llegar a la espalda, bajé por los hombros y ahí hacía movimientos circulares. Hasta entonces sólo había utilizado una mano. Volví al cuello y en esta ocasión lo cubrí todo con la misma mano derecha y lo apretaba sobandolo, masajeandolo. Empecé a utilizar las dos manos extendiéndolas todas por la espalda, con los dedos abiertos y húmedos, las bajaba hasta llegar al inicio de su gloria. Volvía a los hombros y deslizaba las manos por el dorso hasta llegar a las partes laterales de la cintura donde termina la espalda, su cuerpo reaccionaba continuamente a mis manos, al aceite y a mis movimientos. Se inclinó un poco para acomodar su verga que al parecer ya había crecido.
Seguí con los masajes por los hombros, la espalda, le apretaba suavemente la cintura y hacía movimientos circulares con mis dedos pulgares en la parte de atrás de su cintura y con los dedos índices y corazones en su pelvis en la parte de los oblicuos. Cuando hacía énfasis en la parte delantera se retorcía y gemía un poco moderadamente. Seguí bajando y empecé a masajearle las nalgas, pero antes, cogí un poco de aceite y le formé un camino desde su cuello hasta la división de las nalgas aplicándole de forma directa el aceite. Se cuerpo se movía con una quietud placentera. Tomé las dos nalgas masajeandolas y apretándolas. Dejé que mis dedos se fueran deslizando por la división que estaba mojada cual si estuvieran excitadas. Toqué su botón con uno de mis dedos pulgares, lo dejé que se siguiera deslizando y sentí la boquita del culo suavecita, cerradita, con ganas de ser abierta. Él seguía moviendo su cuerpo con placidez. Continué estimulándole el culo para que se le dilatara ya que estaba muy cerrado y apretado. Sabía que si intentaba metersela así lo iba a maltratar y por consiguiente a espantar, por lo que decidí seguir dandole dedito suave al tiempo que le continuaba masajeando el resto del cuerpo. Hacía movimientos que iban desde el inicio de la espalda hasta su culo en aras de distraer su miedo al tiempo que lo estimulaba. Cuando lo sentía tranquilo me centraba en su culo solo nuevamente y con el dedo corazón empapado de aceite le hacía movimientos circulares como tratando de abrir algo muy elocuentemente. Alternaba los dedos para que el sintiera el cambio de tamaños y así estimular su hambre de algo más grande. Con el dedo meñique jugué por un ratico, pero me daba cuenta que no le agradaba mucho, tanto así que cuando intenté introducirlo sentí que lo rechazó apretando el culo. Volví al pulgar y mientras le masajeaba las nalgas jugaba con el dedo y el botón. Continué con el dedo vulgar de los cinco y después de darle y darle por fin, contrario a lo que pasó con el meñique, se lo dejó hundir plácidamente. Fue una gloria sentir como ese dedo se fue perdiendo todo y él solo se movía y gemía con tranquilidad.
Con el dedo corazón adentro, se lo giraba, trataba de introducirlo más y luego lo sacaba un poco, le cambiaba de posición hasta que lo saqué y me acosté sobre él así empatado como estaba de aceite, le besé el cuello, levanté su cabeza tomándolo por el pelo y le arrecosté mi verga, que estaba tomando posición firme otra vez, en todo su culo. Me deslizaba sobre él con mis piernas sobre las suyas, mis manos controlando todo y mi verga ya en su punto preferido. Me levanté a continuar con los masajes, pero ésta vez con mi pene; se lo pasé por toda su espalda y al llegar a la mitad se lo sobé cual si estuviera haciendo una paja rusa pero en la espalda. Le di golpecitos con el y le pregunté que si le gustaba, me respondió asintiendo. Volví a sus nalgas y pasé la cabeza de mi verga por su culito que ya no estaba tan apretado. Se lo deslicé cogiéndolo con la mano durante varios minutos. Volví a jugar con el dedo corazón y lo volví a meter, estaba preparando el espacio para que mi verga pudiera entrar sin rechazo alguno. Continué jugando a deslizar la verga sobando la boquita del culo guíada por una de mis manos mientras que la otra se encargaba de abrirles el espacio.
Alcancé un preservativo que había puesto debajo de la almohada cuando saqué lo que iba a "necesitar" para el masaje. Me lo puse y empecé a sobarle su botoncito otra vez, apliqué lubricante y volví a jugar a la "brocha". Incluso, para aplicarle lubricante en el culo, volví a enterrarle el dedo corazón, pero esta vez lo acompañé con el dedo matrimonial. No tardé mucho haciendo esto porque ya quería metersela toda, que me sintiera en sus entrañas. Puse la cabeza de la verga en su culo y la fui metiendo poco a poco, él seguía boca abajo y cuando yo empecé lo mio pude ver como levantó su espalda, así que lo abracé con mi brazo derecho cubriendo sus brazos y pecho mientras mi verga iba abriéndose camino en su estrecho lugar. Fui muy cuidadoso hasta que mi pene hubiera al menos alcanzado cierta distancia de ventaja, una vez ahí nadie lo iba a poder sacar. Cuando ya había entrado más de la mitad aumenté el pasó porque sentí que el intentaba zafarse, lo noté cuando llegando a la mitad de la verga su cuerpo empezó a girarse más y sus brazos se apoyaban más en la cama, ya no se veía tan tranquilo. Pero no iba a dejar que me expulsara así sin haber dado la batalla. Así que lo apreté más fuerte y continué, él gritó con un desespero controlado y procuraba evitarme que me siguiera moviendo "quedate quieto, quedate quieto" repitió. Sin embargo, se lo introduje todo y volvió a gritar sin mayores ganas. "Me está doliendo, no sigas" me dijo, pero yo continué moviendome, intentaba levantarse pero no para que yo saliera, sino para que disminuyera el ritmo. rápido no, suave" continuaba diciendo, y entre más me pedía clemencia, menos la encontraba porque yo continuaba moviéndome fuerte y para tener más control sobre él lo sostenía sobre la cintura donde acaba la espalda. Me movía como si me estuviera culiando a alguien que me pide que no pare y él se quejaba pero ahora con un mínimo de placer manifestado, podía ver que seguía doliendole un poco. Cuando vi que ya el culo estaba un poco más suelto me incliné sobre él y con ambos brazos lo abracé mientras me seguía comiendo ese culo que ya estaba totalmente entregado a mi. Su cara cambió y noté como gemía de placer puro, si señor, le salía natural, aquí no estaba jugando como cuando empezó a chupar que se creía Pamela Anderson en sus mejores tiempos, esta cara era de placer y me motivaba a darle duro, más duro, al punto que mi rostro cambió, con particularidades en mis ojos y boca. Mientras que le estaba dando con tantas ganas sentí como su cuerpo vibró. "me estoy llegando" me dijo. Avancé en mi ritmo y logré terminar al ratico después de él. Cuando aterricé seguí moviendosela suavemente a pesar que con sus manos me quería evitar. Se vino, estando boca abajo y sin tocarse, me dijo que lo había violado pero que le había gustado. "ya no soy virgen a mis 15" comentó.
Nos enjuagamos, hablamos un rato y después se la volví a meter sin juegos, sin engaños y sin MASAJE.