martes, 1 de mayo de 2018

"relatos de adolescentes" por Anónimo

Esta es la historia de un chico hetero que terminó enredado con un chico gay (yo). Este chico al que llamaremos Orlando, de 17 años, era muy amigo mio y con el cual teníamos una relación muy cercana, pero lo que él no sabía es que desde hace mucho me gustaba y tenía muchas ganas de estar con él.
Él y yo solíamos bañarnos juntos en represas cercanas junto con otros chicos, pero nada fuera de lo común, solo molestar. Sin embargo, yo muy mirón apreciaba sus atributos disimuladamente con ganas de tocarlo. Aún recuerdo la primera vez que se lo vi, era pequeño comparado con las que he visto ahora, pero se veía muy grueso y muy estilizado ya que a sus 17 años ya tenía circuncisión, lo cual me hacía desear aún más ese teterito. Una vez que nos estábamos cambiando se me paró la verga al verlo desnudo, no me pude contener. Orlando se dio cuenta pero no le prestó mucha atención, seguro porque pensó que era algo normal a nuestra edad, así que sólo se echó a reír. 

Pasaron dos años en los cuales sólo lo miraba cuando nos bañábamos juntos en ropa interior, pero no me atrevía  a decir nada puesto no quería que nuestra amistad se acabara  en caso que me rechazara.

Una vez en una de esas fiestas a las que los adolescentes como yo (14 años en ese entonces) solíamos ir, me quedé a dormir en casa de mi Orlando. Dormíamos los dos en una colchoneta y en esa ocasión me atreví a tocarlo por primera vez. Confieso que tenía mucho miedo de lo que pudiera pasar, pero estaba muy arrecho, así que empecé a palpar su pene por encima de sus Jeans, ya que como habíamos llegado trasnochados nos dormimos así como estábamos vestidos. Lo tocaba y me hacía el dormido por si se despertaba, así hice en repetidas ocasiones hasta que me rendí y preferí dejarlo para otra ocasión. 

Pasaron días o semanas, ya casi no recuerdo, pero era una de esas noches sin luz en las que no había más nada qué hacer que echar cuentos y mamar gallo. Estábamos Orlando, otros dos amigos y yo en el carro de su papá que estaba en el garaje de su casa jodiendo, molestando hasta decir no más. Cosas de pelaos. Orlando  estaba en el puesto del pasajero de adelante (copiloto)  y yo en el puesto derecho de atrás, es decir detrás de él. En una de esas Orlando sacó su verga nombrando a las chicas del barrio alardeando que eso que estaba mostrando era para ellas. Todos nos reíamos pues él siempre era muy cómico y vulgar al mismo tiempo. Él me miraba e intentaba tomar mi brazo por detrás de la silla para que yo se lo tocara, fue cuando me di cuenta que él sabía lo que yo había hecho la otra noche. 

En una de esas uno de nuestros amigos salió del carro y al rato el otro. De esa forma quedamos solos mi bombón y yo. Él de inmediato dijo que tenía sueño y que se iba a dormir, así que inclinó la silla hacia abajo y se recostó dormido. Yo entendí lo que él quería que yo hiciera, así que proseguí a hacerlo. Empecé a tocar su verga por encima de su pantaloneta, la cual ya estaba dura y a medio lado. Empecé a acariciarla, darle besitos y morderla por encima de la pantaloneta mientras él "dormía" (cree que no me di cuenta que fingía). La tocaba y me erguía de nuevo para ver que no viniera nadie.  Proseguí al siguiente paso, la saqué! Al fin la pude tocar con mis manos. Fue el momento  más excitante y erótico que había tenido hasta ese momento de mi vida. Tocaba esa verga dura y un poco torcida al tiempo que le hacía la paja suavemente, la observaba muy bien pues era la primera vez que tenía una en mis manos y tenía la curiosidad de conocerla y palparla. 

Luego proseguí a tocar sus huevos y a acariciarlo por todos lados para que se sintiera más arrecho, chupaba sus tetillas y acariciaba su pecho al tiempo que tocaba su verga bien parada lista para una buena paja. No quise besarle porque no quería despertarlo de ese aparente sueño. Entonces me atreví a lo tan esperado,  empecé a chupar la cabeza muy suavemente. Primero sólo con mi lengua y luego la sostenía con mis dos labios. Así hice durante un rato hasta que por fin me la metí toda dentro de la boca y empecé a chupar de arriba hacia abajo haciéndolo lo más suave que podía para no despertarlo. Cuando me la sacaba me quedaba un rato saboreando y disfrutando de mi primera chupada. Volvía a metermela toda y la sacaba enseguida de mi boca toda mojada. Imité este ejercicio por un rato hasta que sentí como su verga vibraba y no entendía porqué, pero se sentía rico. Unos gemidos suaves se le escaparon a él mientras se la estaba chupando, yo sentía la vibración de su verga y su abdomen algo agitado, el empezó a hacer fuerza con sus piernas, yo seguía chupando y algo me llevó a hacerlo más fuerte y más rápido hasta que escuché el ruido de alguien y mi amigo se despertó. Paramos todo sin haber terminado.  Los dos salimos del carro como si nada (creo que del susto la verga se le bajó de ipso facto)  nos encontramos con nuestros amigos y nos fuimos a jugar.  Tiempo después entendí que las vibraciones de su verga se debían a sus ganas de eyacular. En un próximo relato les cuento lo que empezó a suceder en las noches siguientes. 

ANONIMO



  

domingo, 18 de febrero de 2018

Morbo en Puerto Colombia


A eso de las 8.30 de la noche lo recogí cerca a su casa después de proponerle dar una vuelta en mi carro para  hablar  y jalarnos la verga rico.
-veámonos un rato y nos hacemos una paja en el carro- le dije 
Era algo de lo que ya habíamos hablado en otras ocasiones, pero que hasta ahora no se había dado.
-suena bien ¿cómo es la vaina?- replicó
 Le expliqué que nos encontráramos, habláramos mientras dábamos vuelta en el carro y si nos antojabamos parquearíamos en cualquier oscurito y ahí nos jalaríamos las vergas.
Su respuesta fue puntual -¿dónde nos vemos?-
Acordamos el sitio y 10 minutos después ya estábamos hablando en mi carro. 
Yo iba vestido de un short que me permitía sacarme la verga mientras iba manejando. De hecho, cuando él se subió al carro yo ya la tenía afuera y medio mojada de todo el morbo que eso me estaba produciendo. No sé si él lo notó, pero para ese entonces ya yo estaba más baboso que sábila recién cortada. 
-Entonces, ¿te gustó el relato del paisa?- le pregunté     
Con una reacción muy sexual contestó -joda, me hice la paja leyéndolo. Estuvo muy bueno.- 
-léelo ahora, léemelo- le dije 
Y mientras él leía el relato la verga se me mojaba más y más al tiempo que íbamos haciendo comentarios de lo ahí descrito. Sobretodo por la manera tan perramente morbosa como él lo leía. 
Yo me acariciaba la cabeza de la verga con los dedos y esa sensación me producía más arrechera de la que ya tenía. De repente le dije -mira como la llevo. Toda babosa, a mi me babea bastante - 
y él la miró en tanto respondía -ufff yo la tengo dura- agarrándose el bulto que todavía tenía guardado.
-sacala- dije con un tono insinuante. 
-marica, si me la saco me dan ganas de pajearme- respondió.
Le dije que se pajeara ya que esa era la idea. Yo iba manejando y con la verga lubricando. 

Ya con ganas de sentirme manoseado, agarré su mano y la puse en mi verga y él empezó a pajearme. MI VERGA empezó a cambiar de tamaño, no lograba ponerse dura del todo, pero la forma como me la agarraba y masajeaba de arriba hacia abajo, me daba una sensación de mamada por todo lo lubricada que estaba. Con una mano tenía agarrada mi verga, y con la otra la de él. Lo ayudé agarrándole la suya  después que él dijera que estaba full arrecho, y en verdad que lo estaba porque su pene estaba muy duro. Se lo agarré por primera vez mientras él seguía pajeando el mio, y yo gemía por la sensación que me causaba. Es una verga morena y de bastante grosor que yo pajeaba al mismo tiempo que iba manejando. Los carros nos pasaban por al lado, pero no temíamos a ser vistos. Eso era parte de la excitación. POR un momento le dije que dejara de pajearme pues no podía controlar la sensación que me causaba tanta humedad junta frotada con su mano. Él en cambio siguió pajeándose muy fuerte hasta que llegamos al sitio.

Nos parqueamos en la parte más oscura del Malecón  y notamos otro par de vehículos que estaban parqueados a escasos metros. Empezamos a jalarnos las vergas con tantas ganas que la arrechera  empezó a hacerme TIQUI TAQUI en la cabeza. Le pregunté -¿quieres que te relate algo como si lo estuviéramos viviendo ahora?-   su cara de éxtasis, mirando mi verga, a penas le permitió asentir con la cabeza. Empecé a contarle una historia construida en el momento al compás de mis gemidos. Él no paraba de mirarme, y a ratos me la agarraba y la pajeaba. Yo seguía relatandole lo que supuestamente estábamos haciendo. "... entonces el man se asomó y yo bajé la ventana. Nos quedó mirando con las vergas afueras y le pregunté si quería chuparlas. Él, mirando las dos vergas con ganas, respondió que también era activo. Le dije que solo las chuparía para que no se quedara con las ganas..." seguía pajeandome, gimiendo y relatando con un tono de voz que demarcaba la situación aparentemente ocurriendo. "...¿entonces? súbete y te pegas en estos teteros. Hay de Vainilla y Chocolate para que te los goces los dos.." al mismo tiempo apretaba mi verga bastante babosa y la pajeaba con fuerza. Mi compañero de esta aventura seguía mirándome muy excitado en tanto yo relataba y me pajeaba con ganas. Me miraba fijamente a los ojos y luego bajaba a mi verga. Continué con el relato "...el man se subió al carro y acomodado desde la parte de atrás y entre las dos sillas de adelante trató de chuparte la verga a ti primero, pero tú le dijiste que empezara conmigo porque querías ver primero. Así que él se acomodó hacia mi lado y de un solo golpe se tragó mi verga babosa mientras tanto él como yo gemíamos de placer. Luego, tú lo cogiste por la cabeza y lo pusiste a chupar, él la agarro y empezó a mamar la cabeza, pero yo lo cogí por el cuello e hice que se la tragara toda. Él intentaba salir pero yo lo seguía presionando y no lo dejaba liberarse..." En tanto yo iba narrando el fantasioso corto del otro man, mi amigo y yo seguíamos pajeandonos duro y con ganas de una verdadera mamada. Al ver su cara de excitación y sus miradas frecuentes a mi verga. Le dije que actuara él como el man que supuestamente nos las estaba chupando. Él miró mi verga, se quedó pensando y miró hacia afuera. Yo le insistí que estaba bastante babosa, que la probara y sería como si el otro chico nos la estuviera comiendo. Él replicó -el man te la estaba chupando y tú gemías muy fuerte.- 
-¿quieres que gima como si en verdad me la estuvieran chupando?- pregunté
Su respuesta fue concisa con su mirada e inmediatamente se soltó el cinturón y le hizo una venia a mi verga. Se la tragó toda como supuestamente lo había hecho el man de la fantasía que yo estaba relatando. Yo empecé a gemir más fuerte como él quería, lo agarré por la cabeza y empecé a mover mi pelvis para culiarme su boquita suavemente; prontamente se subió y siguió pajeándose. Yo lo imitaba, pero esta vez gimiendo y diciendo cosas que lo excitaran más -ay que rico que me la mamen toda, que se traguen mi baba, que se peguen a chupar tetero hasta el fondo y no la saquen." me pajeaba con tantas ganas que mi rostro manifestaba mi placer. Él me miraba sorprendido y excitado.  Insistí con el relato que ahora se estaba volviendo realidad -hey ese man si la chupa bacano. Me dejó con ganas de más. Me la dejó toda babosa y más dura. Mira la cabeza como la tengo, se quiere explotar-  y le mostraba la cabeza de mi verga agarrándola por el tronco y exprimiéndola, también le daba golpes en la otra mano. Él también estaba muy excitado y lubricado. Le agarré la verga y sentí como la tenía tan dura como mojada. Jugué con ella y con su humedad con mi mano. Se la apretaba fuertemente.  
-Sigue chupando- le dije y continué "...el man siguió comiéndose mi verga con muchas ganas. Me la chupaba hasta el fondo..."  Él no se aguantó y volvió a inclinarse, pero esta vez chupando con más ganas. Se la tragaba toda y yo le decía que siguiera y no la sacara. Lo agarré por el cuello y empecé a hacerle el amor a su boca (digo el amor porque lo estaba haciendo suavecito). Estábamos muy excitados  que tuve la sensación de terminar. Le dije que la sacara que estaba que me llegaba y tenía la leche en la punta de la verga. Siguió y me la chupó con más fuerza. Yo no aguanté. Él, concentrado en la cabeza, siguió chupándola hasta que sentí como la leche me salía de la verga y encontraba un nuevo hogar en su boca. Yo seguía gimiendo muy fuerte como usualmente hago cuando aterrizo. Pero esta vez era diferente, la manera particular como lo hizo enfocándose solo en la cabeza, en parte para no tragársela, hizo que todo el placer estuviera donde más sensible somos, el glande. Aterricé como un avión después de turbulencias. Celebrando su éxito que en este caso era fascinación. Abrió la puerta y botó a los hijos que ya no tendría. Siguió pajeándose al compás de mis últimos suspiros y palabras. Al cabo de nada y después de darse más rápido impuso sus gemidos sobre los míos y aterrizó en su abdomen. Toda la leche derramada había cambiado el color de su sombra de tanto blanco derramado. Suspiró y me dijo que le había gustado. Usamos papel para limpiarnos. Y nos fuimos a casa con la satisfacción de la leche derramada.        
  
  


    

jueves, 15 de febrero de 2018

"El paisa vicioso"

Era una de esas noches de sábado ya hace algún tiempo en las que estaba aburrido en casa sin ningún plan para hacer. Hacía poco un amigo me había invitado a salir a lo que le había contestado que no ya que me había dicho que también iban a estar otros amigos de él, a quienes no tenía ganas de ver, no porque me cayeran mal es solo que no me gustan los manes que dejan de ser hombres viriles, unos machos en todo el sentido de la palabra para pretender ser mujeres delicadas y sofisticadas; y quizás para evadir a otro con el que ya había tenido un roce sexual, y que no quería volver a ver ni que me relacionasen con él. Pero de eso no les hablaré esta vez. Por ahora les contaré una historia aún más violenta, más rica, más morbosa y arrechante.

Continuaré con aquello que empecé a contar al comienzo de esta historia.  Aburrido en casa, sin plan, ni a nadie a quién recurrir decidí abrir aquella aplicación, la de la máscara amarilla, prodigiosa para algunos, saca de apuros para otros y la peor de las adicciones para muchos. Como era de esperarse sólo encontré los mismos perfiles a los que estaba habituado.  Nada interesante, las mismas caras y cuerpos amorfos, nada atractivos a los que tenía acceso a escaso kilómetros de mi lugar. A lo mejor, desesperado por aquel encerramiento en mi cuarto por horas y ya con ganas de algo morboso y fuerte, decidí dar una vuelta algo más lejos a lo que había estado acostumbrado a hacer. Decidí ir hasta puerto Colombia a eso algo más de las 7 pm en mi camino muchos perfiles en la app aparecieron pero aún nada que me llamase poderosamente la atención, nada atractivo para mis gustos; hasta que sin pensarlo llegando al Buenavista empieza una de las historias más ricas y morbosas que había tenido hasta entonces, aquel singular perfil donde solo podía ver una foto gris, si a no tener foto se le puede decir así,  sin ningún tipo de información ni aquello que me produjera algún interés, me envió un saludo seguido de una foto de un torso bien definido, pectorales muy deseables, lampiño con algunos tatuajes llamativos, un abdomen marcado igual de lampiño que dejaba ver a través de un pantalón desabrochado una verga rica, grande y gruesa desde su base hasta su glande con bellos de hace unos 3 días de haberse depilado y con un mensaje más abajo que decía -¿te la quieres comer?- A lo que respondí con un saludo y pregunté su ubicación por lo que aquel sujeto envió su ubicación exacta dándome cuenta que no se encontraba tan lejos de donde yo estaba. Más adelante pregunta si quiero culiar, agrega que está solo en casa y quiere comer un culo delicioso por lo que me pide fotos y a lo que replico enviando mis imágenes. Contestando casi de inmediato que aquello que había enviado le había levantado su verga y quería comerlo con tantas ganas sin déjame ni un milímetro de su verga por fuera de mi culo. Agrega además si podría aguantar aquella faena prometida con algo de “hardcore” a lo que respondo que sí. Además, agrega si estoy dispuesto a usar Popper a lo que afirmé. Sin embargo, eleva aún más el nivel ya que pregunta si traigo cocaína, marihuana o perico puesto que le encanta culiar lo más trabado que pueda ya que siente que lo puede hacer por horas y llegado el orgasmo tiene una sensación brutal. Dada esas condiciones no dudé en negarme en llegar puesto que además de ponerle algo de misterio a la vuelta insistía en las drogas agregando que podría llamar a unos amigos para que nos facilitaran tales alucinógenos pero que los gastos serían compartidos. Al ver ese panorama sabía que no iba a consumir drogas ni mucho menos iba a pagárselas a otro por lo que la vuelta se había dañado y aquel mansito de las fotos del cuerpo de gym podría ser una banda de atracadores; a lo que decidí dar la vuelta por la 51b en el roundpoint a la altura del Carulla de villa campestre. A esos escasos 100 metros de tal retorno aquel mansito insiste en su intensión de comerse mi culo dejando de lado la proposición anterior dada sus ganas de culiar insaciables a lo que respondí afirmativamente agregando además que no nos viéramos directamente en su casa si no en un lugar más concurrido. Él no se opuso y sugirió encontrarnos en la olímpica a escasos metros de su casa. En un par de minutos llegué y me puse muy cerca a la puerta de entrada de aquel negocio, le avisé que ya estaba en el lugar por lo que me pregunta por mi número de teléfono y al llamarme de inmediato pude darme cuenta de una voz muy masculina, fuerte, muy rica que sin mediar muchas palabras me dijo que lo esperara ahí en el lugar en el que me había ubicado puesto que ya venía en camino describiendo además su vestimenta. A escasos 5 minutos observo a lo lejos a un man que se acerca, de unos 1.70  de estatura, trigueño, cuerpo de gym que lucía una camisilla de gym verde fluorescente que dejaba ver su pecho descubierto con una pantaloneta gris igual de gym que mostraba toda su verga que se movía al compás de sus pasos. Algo rico que de inmediato me prendió aún más, despejé aquella duda razonable al pensar que podría estar frente a un vicioso de mal aspecto siendo esto todo lo contrario porque de hecho se veía de muy buen aspecto. Al conversar un poco con él denoto una cara entre tierna y morbosa con ojos café claros, cabello castaño algo de barba poco poblada que combina con sus facciones y sus labios algo rojos y carnudos; sin lugar a duda había estado equivocado en lo que había estado pensando.

Al cruzar más palabras denoto que no es de la costa su acento, así como sus dichos me hacen pensar que es de la región antioqueña. Al llegar, nos saludamos y vi cómo sus ojos sin ningún pudor me observaron de arriba abajo con una cara de depredador, aquel que ha de comerse su presa. Me preguntó si tenía condones a lo que le respondí que no por lo que quedamos en comprarlo en la olímpica al dirigirnos me separé un poco de él para que fuese al mostrador de la droguería a que se los vendieran. Pude detallarlo una vez más esta vez por detrás. Tenía una rica espalda con más tatuajes que se dejaban ver a través de su camisilla. Al cómpralos y dirigirnos hacia su casa empezamos a hablar un poco más, gustos, ocupaciones experiencias, última vez en las que cada uno había culiado, lo típico. De repente, a casi unos metros para llegar  hasta donde sería su casa me dice con su voz grave -parcero yo tengo pareja si alguien llega a hablarle o preguntar por mi ud  niegue todo, ud no me conoce- inmediatamente le respondí mirándolo a los ojos -todo bien man, no pasa nada, pero porque habrían de contactarme- a lo que me respondió -mi pareja es muy celosa, compartimos la cuenta de Grindr, puede que se dé cuenta que hablé con ud- En mi mente solo me hice una pregunta ¿si comparten cuenta de Grindr porque ha de ser celoso? De inmediato me dice -no vamos a estar solo, tengo un amigo en mi casa ahora, está durmiendo en su cuarto no podemos hacer ruido no quiero que se dé cuenta- a lo que solo respondí con un ok. Entramos a su casa, se acerca y me dice al oído antes de subir las escaleras             -venga, no haga ruido- al subir al segundo piso. adelante me dice que  espere, a lo que se dirige a la puerta del cuarto de su amigo para asegurarse que no está despierto y de inmediato me dice que pase, lo hago y entro a la habitación.

Una vez adentro tiró en la cama la bolsa donde estaban los condones y se acerca, me agarra del culo con las dos manos y me da un beso. Inmediatamente siento un bulto más grande rosándose toda la pierna nos seguimos besando con tanto fogaje que siento esos labios carnudos y rojitos como un manjar entre los míos, sentía como su lengua se introducía en mi boca cosa que me arrecha mucho más de momento para y me dice que beso rico por lo que solo le doy un pico mientras empiezo a quitarme la ropa. No había tiempo que perder podría despertarse su amigo o podría llegar su pareja, ya previamente me había comentado que estaría llegando a la ciudad dentro de poco. Se desnudó más rápido que yo por cuanto se acuesta primero a la cama esperándome mientras se agita su verga semi erecta hasta ese entonces alcancé a ver la magnitud de su tamaño aun cuando no estaba totalmente erecta me pude dar cuenta cuán grande era. Al terminar lo mío me le tiro encima agarrándome el culo mientras nos besábamos esta vez me lo abrió y con la otra mano me acarició el hoyo con sus dedos algo mojados que se los había humedecido con su saliva. Con ese acento que me fascinó me dice que tengo un culito rico y que se lo comería con ganas lo que me prendió mucho más. Hasta ese momento fue dócil ya que a partir de ahí asumiría su rol de macho dominante, exploró mi culo, me tomó del cabello con algo de fuerza y me dijo con aquella cara de maniático sexual -mámeme el chimbo- a lo que de placer accedí hacer sin mucha resistencia. Pude comprobar de cerca con mi boca aquella verga gruesa y grande que había visto por fotos, una delicia, una mamada brutal con toda sumisión y placer. A pesar que no me gusta ser sumiso del todo cuando culeo, no me importó dejarme hacer todo lo que él quisiera, quería que se sintiera con todo el poder sobre mí, quería ser su esclavo sexual y que se saciara hasta el cansancio del placer que pudiese proporcionarle. Esa fue quizás la mamada que más he disfrutado. Mientras hacia lo mío veía su cara de placer, su boquita rosadita revelaba todo aquello que quería saber. Al tiempo sentía sus manos haciendo cada vez más fuerza sobre mi cabeza empujándome cada vez más hasta que pudiese tragármela toda, dudé varias veces si podría hacer tal cosa, pero mis ganas y aquel placer que sentía siendo sumiso me hicieron ver que podría hacer eso y muchas cosas más. Sentir toda su verga lubricada con mi saliva hasta los huevos y lo rica que se sentía dentro de mi boca solo fue el comienzo. Poco después me colocó boca abajo se puso sobre mí, podía sentir toda su verga entre mis nalgas y aquel torso apoyado totalmente en mi espalda empezó hacer movimientos en los que solo podía sentir rozar su verga un poco lubricada en mi culo mientras me mordía y me besaba el cuello, con una mano me halaba el pelo y con la otra me metía sus dos dedos en la boca preguntando si me gustaba.  A lo que solo podía contestar asentando con mi cabeza. 

De repente, se levanta y me pregunta si tengo Popper a lo que respondo negativamente, me dice que al parecer le queda un poco. Lo busca en su gaveta de mesa de noche y saca el frasquito rojo de llamaradas, lo abre e inhala un poco, dice q no le queda casi, al probarlo vi de inmediato como cambió su rostro aún más excitado, me abre el culo para chuparlo y pude sentir como lo disfrutaba igual o más que yo, al probar ese Popper mis sentidos se agudizaron por un segundo sintiendo así todo el placer q me proporcionaba su boca en mi culo. En breve termina de chupar y me pide que me acomode boca arriba me dice que quiere ver mi cara al meterme su "chimbo", se coloca el forrito con un poco de KY, me suaviza el culito al tiempo que me logra meter 1 dedo a lo que seguidamente ya con mis piernas abiertas y él justo al frente mío empieza a introducirme su verga. Yo estaba a mil, podía sentir como me abría todo, podía sentir como mi culo ahora estaba a toda su voluntad, podía ahora sentir como entraba en mi con tal suavidad con total placer con mis sentidos a millón, no había espacio para pensar en otra cosa más que placer. Más aún cuando podía ver aquel rostro totalmente complacido sintiéndose el dueño y señor con total propiedad sobre mí. Una vez completamente adentro, me dice lo rico que tengo el culo, me pregunta si tiene dueño y que ahora hará lo que quiera con él.   No alcance a contestarle ya que empezó a moverse cada vez más rápido aún si hubiese querido contestar no hubiera podido porque solo podía pensar el gusto que me daba sintiendo esa verga entrar y salir de mi. Me toma de las piernas y se abalanza sobre mi dándome un rico beso una vez más metiendo su lengua en mi boca con tanta fuerza como con rapidez con la que se movía cada vez. Sentía más fuerte la cornada con tanta intensidad que solo deseaba que nunca parara, que nunca se detuviera; aquello que sentía era tan placentero que a pesar de su tamaño y de la fuerza era quizás más adictiva que las drogas que ese paisa consume, yo solo quería más y más fuerte. Me toma del pelo una vez más con más fuerza mientras sus manos me agarran ambos brazos y su chimbo entraba y salía con rapidez. Me pregunta de nuevo si me gusta a lo que replico que si, de inmediato sale completamente de mí y me pide que me acueste boca abajo, lo hago y esta vez entra con mucha fuerza, aquella sutileza con la que había comenzado se había acabado, ahora continuaba con igual ritmo e intensidad a la que me había llevado hasta entonces, podía sentirlo todo encima de mi, sus manos esta vez halándome el pelo y la otra tapándome la boca, solo podía responder con gemidos a lo que me dijo que me callara que no quería que el amigo supiera que se estaba comiendo a una puta; me preguntaba continuamente si me gustaba al tiempo que me decía que mi culo le pertenecía y que yo era su puta, solamente de él, la puta que lo complace. sentía cada vez más su voz entrecortada agitada, algo de humedad aquella que sentía al igual por toda mi espalda. Tomó otra vez su Popper, me dió un poco y me pidió que me pusiera de pie, me metió su verga de una vez con tal intensidad que solo podía escuchar aquellos golpes entre su pelvis y mi culo, aun cuando para ese momento ya casi no importaba su amigo me daba nalgadas tiraba de mi pelo y tiraba de mi pelvis con tal intensidad que los golpes podían quizás haberse escuchado en la habitación de al lado. Seguía escuchando sus gemidos y sentirlo cada vez más húmedo a lo que solo podía observar con placer y como buen sumiso aguantador le pedía su leche con tantas ansias, le pedía que me "preñara" (que se llegará en el condón dentro de mi culo) al tiempo que le pasaba mi brazo por su cuello para sujetarme y nos besábamos con tal pasión que con mi otra mano libre me masturbaba fuerte. Al poco tiempo me dijo para llegarnos juntos, acepté y sin mucho esfuerzo me vine al mismo tiempo, sentí sus gemidos más fuertes  dándome golpes certeros con su pelvis, y en ese momento me di cuenta de que había cumplido mi objetivo, me había comido al paisa vicioso.
Enviada por uno de mis lectores. Vaya que lo disfrutó



miércoles, 31 de enero de 2018

El novio de mi primo me sacó la leche.

Tengo un primo con el que comparto apartamento. Mantenemos buena relación, pero nunca hemos sobrepasado el limite como lo harían otros primos que viven solos. ¿Por qué? pues porque no me gusta. Pero, él que sí me gustó fue el novio que me presentó hace dos semanas; un flaco algo alto de buen tono de piel y arrecho hasta al caminar.

Supe desde el día uno que él conocería sin mucho esfuerzo el sabor de mi sudor, mi verga y mi leche. ¿Cómo lo supe? por su manera de mirarme casi que diciéndome "culeame". Además que un año atrás nos habíamos conocido por Skype, pero por cuestiones de tiempo y espacio nunca pudimos encontrarnos y finiquitar un polvo. Así que esa cuenta aún estaba pendiente. Ese día que nos presentaron, en el que por su puesto actuamos como si nada, me pegué una paja recordando como abría ese culo frente a la cámara y como gemía simulando que yo me lo cogía cada vez que nos veíamos a través de vídeo llamada.

Pasaron los días y el novio de mi primo parecía ganar más territorio que mujer en casa de la suegra. En cierta ocasión yo estaba cocinando y se metió a la cocina a hablar conmigo, empezó a preguntarme por mi novia -la última que tuve de verdad- y ese día corroboré lo que ya antes había pensado. Sin embargo, al ver a mi primo tan emocionado con tan solo 3 semanas de relación después de un fracaso de dos meses mal invertidos, decidí evitar cualquier tipo de acto sexo-delictivo con Alonso como se llama el flaco guapetón. 

Así entonces, pasaron varios días y él cada vez más metido en el apartamento, especialmente todo el fin de semana desde el Viernes en la noche hasta el Lunes en la mañana. Conversamos en diferentes ocasiones y  siempre buscaba la manera de hablar de cosas  calientes y en tono bajo para que mi primo durmiendo o viendo tele en su cuarto no escuchara nada. Dos veces se me paró la verga, la primera traté de disimular pero él igual lo notó. La segunda vez, me fui a mi cuarto y me puse a ver tele. Y hasta allá llegó el chicuelo, hablando de cosas triviales por supuesto, para que mi primo no notara sus intenciones morbosas -¿qué película es esa? ah yo me la vi una vez, es súper buena-  esto ultimo lo decía mirando mi bulto que yo trataba de esconder con las piernas levantadas. -vete para allá- le dije - que Wilson se puede molestar- y él solo se reía y fue y volvió dos veces.

La segunda vez que volvió me dijo -sacatela, él está durmiendo- a lo que respondí -no, qué tal se despierte y nos pille- entonces, salió de mi cuarto y en la puerta de al frente donde queda el cuarto de mi primo se asomó y me hizo señas con los ojos cerrados que estaba durmiendo. Entró corriendo a mi cuarto me bajó las piernas junto con la ropa, sacó la verga semi-dura de mi bóxer y se pegó a chupar. La primera mamada fue épica, se tragó la verga de una en garganta profunda y así lo hizo varias veces. Yo, amante de ese tipo de mamadas, le daba pausa a su cabeza sobre mi verga y no lo dejaba sacarla hasta que empezaba a moverla muy bruscamente intentando liberarse.  Lo paré y le pedí que hiciera algo que se me había ocurrido en ese momento -ves al cuarto y mira si Wil sigue dormido, pero bésalo, quiero que lo beses con la boca sucia de mi verga- él sintiéndose atraído por el mismo morbo no dudó en hacerlo y yo me levanté y desde un lado de la sala podía ver como él flaco besaba a mi primo con la boca sin limpiarla después de comerse mi verga. Regresó a la sala y ahí lo arrodillé y lo puse a seguir mamando y besando a mi primo por 3 veces más hasta que éste se despertó. Según el me comentó cuando regresó después que Wilson se despertó quería culiarselo, pero él astutamente le dijo que fuera a comprar lo del desayuno para que salieran por ahí temprano. Mi primo le respondió que primero se bañaría y lo invitó, pero ya Alonso se había bañado hacía dos horas, a eso de las 7 cuando yo estaba haciendo mi desayuno y cuando había llegado así en toalla a la cocina y luego a mi cuarto. 

Así en toalla todavía y mientras su novio estaba bañándose regresó a mi cuarto a seguir mamando, ya mi verga estaba algo flácida, pero eso sí, bastante mojada. Él con su gran talento bucal la despertó sin tanto apuro cuando la ahogó una vez más con su garganta profunda. Pero yo quería más, así que me levanté sobre la cama, y me puse sobre su cuerpo que reposaba sobre el borde de la cama. Se la metí de una con un poco de saliva y con mis manos sobre sus nalgas y espalda que acariciaba mientras se la iba enterrando. Él empezó a gemir un poco suave, y yo le tapé la boca, entonces cogí la almohada y se la puse en la cara y se la apretaba para que no se escuchara. Cambié de posición y me lo culié de ladito mirando hacía la puerta de mi cuarto que estaba abierta y desde donde se veían el cuarto de mi primo y el baño mientras escuchábamos la ducha abierta. Luego, le dije que se levantara y lo puse inclinado sobre la pared donde está la puerta del baño le dí duro pero evitaba que pegaran mis huevos sobre su culo para no hacer ruido. Finalmente, y sabiendo que mi primo se demora cual mujer en el baño, dimos unos pasos más y terminamos en el cuarto de él; lo puse en cuatro patas sobre la cama y ahí le daba un poco más duro metiendole los dedos en la boca y jalandole el cabello. apretándolo por el cuello. Le decía muy de cerca -esto era lo que querías verdad puta? que te levantara a verga, como a mi mujer, por eso es que me preguntabas que como me culiaba a mi novia, perra- y él solo gemía suavemente y respondía -no pares-

Lo saqué de la cama y lo puse sobre una pared donde estaba el espejo y pude ver el panorama de mi verga entrando y saliendo de su culo ahora trajinado, estaba tan arrecho que sin darme cuenta lo mordí en la espalda. Ya con ganas, pero sobre todo por la prisa, de acabar le dí más duro y lo abracé de espalda mientras me lo comía, con mis manos acariciaba su pecho y cuando sentí que venía lo arrodillé, me quité el forro, le puse mi verga en la boca, terminé de culiarmela y me boté todo todito todo dentro de ella. Él se la tragó y nos salimos del cuarto. Mi primo salió a los 5 minutos después de haber terminado. Él se había limpiado y simuló estar viendo televisión en su cuarto.     




miércoles, 24 de enero de 2018

Hice llorar al trabajador de Homecenter

Nos conocimos un viernes  después de llevar como mes y medio hablando por la App esa de color amarillo particular. Había ambiente de rumba en la ciudad, pero yo lo que quería era otro ambiente entre mis piernas. Salí de mi casa con el firme propósito de convencerlo y culiarmelo ese mismo día y digo esto ya que según su conversación solo quería conocer y luego si con el tiempo algo más. Incluso cuando lo recogí en aquel supermercado cerca de mi casa y vi su carita algo inocente me dieron ganas de desistir de mis deseos de ponerlo a chupar a la primera. En realidad me enterneció, pero esa misma carita despertó en mí el morbo del que ya ustedes han sido testigos. 

Hablamos un rato, me contó que trabajaba en Homecenter y dimos vuelta en mi carro por la ciudad. Le agarré la mano y le hice sentir lo rico de su compañía. Tanto que el mismo se dio cuenta de la reacción entre mis piernas y me preguntó que por qué estaba así? -  le respondí que era normal por la situación y lo arrecho que yo era, pero que no se preocupara porque a nada lo iba obligar. Cuando le dije eso vi que su cara aunque todavía inocente se fue poniendo un poco traviesa y no dejaba de mirarme ya que se notaba bastante pues yo no me había puesto ropa interior y estaba en un short. 

El nené no se quedó quieto y volvió a tocar el tema mirando aquel bulto que ya le había empezado a pervertir. -y es que se te ve bastante, se ve más grande que las fotos que me enviaste, debes estar bastante arrecho-me decía y se reía- en ese momento me dí cuenta que este lo que quería era pegarse a mamar como cachorro hambriento. Sin embargo, lo quería poner a desearlo más, así que solo le decía -si, estoy full arrecho, la cabeza de la mondá ya se me está mojando toda- y restregaba la verga sobre el short y se notó lo mojado que estaba.  Su respuesta fue tan sexual que la verga me palpitó aun más (un suspiro acompañado de un WOW de sorpresa) - ¿qué? ¿te gusta?- le pregunté. -dan ganas de agarrarla- me contestó. Inmediatamente repliqué -ven sacala y pégate que yo sé que la quieres chupar- Él, muy decidido, bajó la corredera, abrió el short y dejó que la cabeza de mi verga se asomara cual ojos llorosos por lo mojada que estaba. YO pensé (teniendo en cuenta lo inexperto que parecía) ahora la limpia antes de metersela en la boca, pero NO, no lo hizo. En cuanto la sacó del short la cogió como cuando quieres ahorcar a alguien,  y así mojada y sin titubear se la metió en la boca de un solo como queriendo comérsela antes que alguien más le pidiera un pedacito. YO me sentí en la gloria. Si hay algo que amo  es que se la metan así mojada y que se la traguen sin peros. 

Él seguía mamando la cabeza y a veces llegaba hasta el tronco, pero no daba para tragársela toda. Mientras, yo manejaba por toda la Vía 40 a eso de las 9.30 de la noche y disfrutando de esa boca tibia y lengua juguetona.  Cuando vi que ya se estaba sintiendo en su zona de confort chupando con más ganas, le empujé toda la verga hasta el fondo y él se ahogaba. Lo dejé descansar y así hasta que volví a empujarlo, pero esta vez después de varios empujones, sostuve su cabeza para que no la sacara enseguida. Él intentaba, pero no podía hasta que yo lo liberaba y el sollozaba. Le pregunté -te gusta, ¿verdad?, era lo que tú querías, ¿no?- y el sólo con los ojos cristalizados asentía con la cabeza. -Sigue chupando más- le dije y él chico solo obedecía mojándome la verga con su boca. 

Para ese momento ya yo estaba de vuelta a casa y en menos de nada ya había llegado. No sé si fue porque iba entretenido mientras me la chupaba, pero el camino fue muy corto. Llegamos y le dije que lo iba a levantar a verga y él me quedó mirando de una forma que en ese momento no comprendía. Entramos, y de una me bajé el short  y con la verga medio erecta se la volví a meter toda en la boca pero está vez hasta la garganta y ya sin contemplaciones. Literalmente, le estaba penetrando la boca. Él arrodillado. Yo de pie frente a él. Con mis manos en cada lado de su cabeza y con mi verga entrando y saliendo de su boca hasta la garganta con movimientos de culeo suaves y fuertes. Él lagrimeaba, y en una de esas no aguantó y casi ahogándose me hizo parar mientras se reponía respirando agitado. Lo levanté, le quité la ropa con desespero, y lo puse en 4. Ya listo con mi látex, le puse gel en el culito que se veía cerrado, mientras me agarraba mi verga, le di por el culo con el dedo lleno de gel y él empezó a gemir. Logré meter un dedo solamente, pero lo hice con ganas y ese culo ya estaba disfrutando. Puse la cabeza de la trola en su culito e intenté metersela, sin embargo estaba muy apretado y cuando procuré enterrarsela, él lo apretó y no me dejó entrar, y entonces me dijo que le dolía porque solo lo había hecho unas dos veces y ya había sido como 8 meses atrás. Adivinen quién se emocionó más!!!! le dije que no se preocupara que solo lo iba a puntear, pero replicó que en otra posición que le doliera menos. Intentamos el pollo asado que tanto me gusta, de ladito, y hasta él sentándose en mi verga, que poco me gusta. Y en todas fracasé. Pues cuando él sentía que la cabeza iba abriendo paso, se libraba de mí y no me dejaba seguir. 

Decidí entonces ponerlo boca abajo, él paró el culo y ahí empecé. Le puse la cabeza de la verga en el culo, pero antes me unté de mucho gel y le metí dos dedos a lo que él se retorcía. Luego, puse mis piernas sobre las suyas y fui empujando mi verga hacia dentro y él se movía como queriéndose librar de mi. YO le besaba la espalda y suavemente lo acariciaba por las nalgas.  Él gemía como mujer, apretando y mordiendo la almohada. Yo sentía como mi pene iba entrando en ese culito estrecho y peludito, y literalmente sentía como el tronco de mi aparato iba pasando suavemente por las paredes de ese ano. El chicuelo seguía gimiendo como perrito e intentaba moverse, pero yo no lo dejaba. Pude sentir como mi verga entró toda en ese culo y le dije -ya está, ya la tienes toda adentro, ¿la sientes?- él respiraba, gemía más suave. y me preguntó -¿te gusta? ¿lo estás disfrutando?- yo le respondí con un suspiro sacando y metiendo parte de mi verga suavemente. Le hice suave por un ratico. Y más tarde, hice cual se la fuera a sacar y se la volví a meter duro, fuerte, que él sintiera que estaba culiando. 
  
De nuevo los gemidos de hembra pariendo, su respiración agitada y mientras él mordía la almohada y yo le rompía el orto descubrí lagrimas saliendo de sus ojos, sus gemidos eran ahora más fuertes cual llanto, pero no me paraba, no me pedía que lo dejara, no me interrumpía y yo excitado hasta las bolas le daba más duro, se la sacaba toda y la regresaba con fuerza y él gemía en seco. Ya para aterrizar le dí tan duro que mis huevos pegaban en su culo. Y sus gemidos ya no eran gemidos si no un llanto sexual que hasta la fecha nadie me había enseñado.Cuando estuve a punto de botarme lo apreté por el cuello y gemí tan fuerte como yo lo hago cuando convulsiono en mi aterrizaje. 

Le mostré el condón lleno de leche, pero que estaba algo manchado de algo rojo, él me miraba algo avergonzado. Le dije -¿por qué llorabas tanto? Me respondió tímidamente -bobo-  -llorón- le repliqué. Nos bañamos, le dí un besito y lo llevé a su casa porque al día siguiente tenía que ir a trabajar temprano a Homecenter.  

jueves, 11 de enero de 2018

De regreso!!!

Hace casi un año que no publico nada. Estuve muy ausente por cuestiones laborales.
Sin embargo, aquí estoy y en esta ocasión lo haré diferente. Les daré algunas opciones y de acuerdo a la más votada les publicaré sobre esa anécdota. Luego, les iré contando las otras de acuerdo al orden en el que queden.

1. El novio de mi primo me sacó la leche.
2. Chupada nocturna del amiguito de mi hermano.
3. Hice llorar al trabajador de Homecenter.
4. El morenito ojos claros con pussy ass (su culito parece una vagina)
5. La chica de 19.
6. Le metí la punta al asesor de Bancolombia.

Escoge tu favorita!!!



viernes, 5 de febrero de 2016

Mi compañero de apartamento: Le compartí mi apartamento y Él compartió...

Desde la primera vez que llegó a averiguar por la habitación que estaba en renta supe que tenía que culiarmelo. Es un caramelito que tiene alrededor de 24 años y que tiene en su cara la constante arrechera con la que vive. Se mudó a mi apartamento y ha demostrado ser muy amigable, tan amigable que terminamos haciendo lo que desde un principio deseé. El primer encuentro, y del cuál hablaré se dio en uno de esos tantos días en los que la amada selección de nuestro país estaba jugando. Antes, durante la convivencia, nada había pasado; una que otra mirada y conversación que nada tenía que ver con nuestro encuentro sexual. A los dos nos encanta andar en ropa interior cuando estamos en casa y así nos sentíamos libres a unas escasas tres semanas de estar viviendo juntos. Desde entonces lo miraba de pies a cabeza y con deseo, especialmente en esa espalda algo definida y su culo que me hacían desear recostar le mi verga recién levantado para que la sintiera y se antojara; sin embargo, me limitaba hasta que no viera la tan anhelada luz verde. Confieso que en más de una ocasión me pajIé pensando en él y hasta me salí de mi cuarto y me asomé al suyo viéndolo dormir mientras me la jalaba con la misma fuerza con la que deseaba hundirsela en ese culo. 

Ese día, del antes mencionado partido de fútbol contra los vecinos, me preguntó que dónde me lo iba a ver. Le respondí que no tenía ningún plan, me invitó a que lo viera con él, pero honestamente no estaba de ganas y le dije que antes que comenzara el partido iba a salir a comprar un aceite. Me preguntó que tipo de aceite y para qué y le conté de mis masajes; a lo que se mostró interesado y me dijo que a él le gustaban esas cosas. 

Ya en la noche cuando nos volvimos a ver, ambos caminando de un lado para el otro en el apartamento y en pocas prendas, me dijo que tenía un dolor en la espalda que hace días se sentía así y que le dolía mucho. Inocentemente le ofrecí mi masaje y aceptó sin tanto que decir. Algo dentro de mi  empezó a moverse y a pensar cosas que eran o no, a desear que esto pasara y a bajarme esa sensación que llega cuando tienes ganas de plantar tu verga en un culo que deseas. 

Lo invité a mi cuarto e inmediatamente acomodé las sábanas y todo para hacerle el masaje con toda. Él se lo iba a estrenar y yo más que contento por eso.  Sin embargo, me di cuenta que tenía una pantaloneta. le dije que se la quitara y me dijo que no con aquella seriedad como queriendo mostrar convicción de que sólo era el masaje lo que quería. Repliqué que sólo era para su comodidad y aún así no se la quiso quitar. Lo cual me retó a trabajar más en provocarle deseo  a ese culo. Todo era porque, como ya él antes me lo había manifestado, teníamos el mismo rol y sabía que se exponía a que le abriera su ano cerrado. 

Empecé el masaje, él mismo me indicó en varias ocasiones en que partes de la espalda sentía más dolor y ahí le hice énfasis. Cuando ya vi que estaba relajado después de un largo rato y su dolor parecía aliviado empece a tocar partes que sé son bastante sensibles a las caricias. Le masajeaba  la parte de atrás del cuello con una mano y con la otra le sobaba la espalda, la cintura y parte de su abdomen en los oblicuos, todo esto con movimientos continuos, pero el cuello en especial se lo apretaba suavemente y podía ver su cara plácida mientras se relajaba con los ojos cerrados. Yo estaba sobre él en su trasero y ya con la verga a mil sólo podía recostarla sobre la pantaloneta sin recibir ningún rechazo, si no por el contrario, satisfacción total expresada en su boca semiabierta.  

Lo seguía tocando, masajeando, apretando y además bajando cada vez más hasta la gloria de sus nalguitas morenas; aplicaba más aceite y poco a poco fui bajando la pantaloneta que antes sólo me dejaba ver el inicio de tal gloria; finalmente se las estaba conociendo. Son lindas, redonditas, no protuberantes, pero si muy provocativas. O sería más bien las ganas que le tenía.  Empecé a masajearle las nalgas, sobretodo en aquellas partes que cuando se las tocaba sentía que le gustaba por sus suspiros a medias y por su complacida postura. La verga estaba que se me salía del bóxer ya mojado y no por el aceite usado si no de tanto lubricar de placer. En tanto le continuaba haciendo el masaje, lo tocaba con morbo, el tono fue cambiando rotundamente a lo que venía pasando desde que fui bajando de su espalda. Ahora concentrado en sus nalgas, pero aún así volviendo de vez en cuando a su parte posterior fui metiendo mis dedos empapados de aceite entre ellas como buscando su culito que se sentía suavecito, pasaba la yema de mis dedos sobre éste y sentía palpitar mi verga que estaba sobre una de sus piernas al ver su reacción levantando la espalda cuando yo acariciaba con mis dedos su orificio anal. Estábamos muy excitados, él por todo lo que yo le hacía y yo por ver sus reacciones de placer. Eso es lo que más me excita de tener sexo, poder ver como lo disfrutan. 

Hasta entonces solo le acariciaba el ano, no había introducido ningún dedo porque esperaba su respuesta, todo era paso por paso, tal como un experimento esperando por cada reacción. Saqué mi verga por un lado del bóxer y la empapé de aceite, de igual forma apliqué más aceite en su culo y empecé a sobarla a lo largo de su culo. No hacía intentos de penetrarlo porque seguía a la espera de cada semáforo en verde. Volvía con los dedos y seguía dilatándolo, a estas alturas ya podía sentir como había cambiado, se palpaba más suave y fácil de penetrar que al principio, seguía jugando con mis manos alrededor de su cintura pasando por el abdomen donde le sobaba la pelvis y notaba la erección de su verga, de igual forma lo hacía cuando tocaba su culo y bajaba por todo el periné hasta llegar a sus huevos. Cogí mi verga y la pasaba por su culo como pintándolo de tanta lubricación que tenía y fue quizás el momento en el que más placer sentí por ver como él lo disfrutaba tanto como yo. 

No me aguanté más e intenté jugar con mis deditos dentro de su culo, los mojé de bastante aceite y empecé acariciándolo para luego introducirlo, sin embargo, cuando empecé a hundirlo vi que no le agradó y se quejó un poco, intenté una vez más siendo más prolongado en las caricias y su reacción fue la misma. Me incliné hacia su cuerpo una vez más y empecé a pasarle la verga que estaba seguro eso le gustaba más, lo cuál es típico, prefieren una verga a un dedito. Empecé ya no a darle brocha si no a puntearlo suavemente, lo más suave que nunca había hecho, y vi que le gustaba, no obstante no me atrevía a enterrarsela aún. Dejé caer todo mi cuerpo sobre él con mis brazos sobre su espalda para que sintiera todo mi peso, y me decidí a entrar por esa puerta estrecha; empecé a empujar mi verga en su culito que ya me estaba dando permiso de entrar y sentí como algo allá abajo empezaba a abrirse, nunca antes fui tan paciente, nunca antes lo hice con tanto cuidado, era como si me lo fuera a culiar estando él dormido porque así era como parecía estar allí tendido sobre mi cama boca abajo y como un bebé. El roce de mi verga pidiendo vía y su culito bastante mojado hacían conexión con mi cuerpo sobre el suyo y sus suspiros suaves de placer. FUE un momento de placer donde mis movimientos de pelvis eran muy delicados pues no quería maltratarlo, lastimarlo, ya que a pesar de tanto placer aún podía sentir su prevención.

Luego de una pausa intenté meter más que la punta,  y ya los roces pasaban al nivel de abrir ese culo para dejar entrar la cabeza de mi verga empujada por mi cuerpo arrecho, Sin embargo, cuando él sintió que iba para adentro, se quejó y me decía que "ya ya" empecé otra vez a jugar como antes con los dedos, la brocha y a repetir lo que le había gustado con tal que no me parara, Volví a su culo con mi verga decidida a entrar y esta vez se la puse en el culo y empecé a hundirsela enseguida, pero fue inútil porque cuando sintió que la cabeza estaba adentro y el resto entrando, se levantó quejándose y diciendo que ya ya ya estaba bueno, le dije que siguiéramos, pero se fue a cuarto, se encerró y me dejó con mi arrechera a mil. 

A los dos días  en la noche me dijo lo mismo que le dolía la espalda, le dije con una sonrisa seria de mi masaje, que lo esperaba en el cuarto. Empecé con el mismo ritual, hice los mismos masajes, jugué con su culo, pero esta vez si estaba seguro de que me lo iba a merendar. Ya después de  haberlo dilatado con tanto sobo, masaje y recostada de verga, empecé con la brocha y escuchaba lo que más me arrechaba; sus suspiros suaves; Puse mi verga en su culo y en esta ocasión no fui tan considerado. Sin embargo si disfruté  ese roce increíble de su culo con la punta de mi verga y me deleité casi que como nunca antes con mi cuerpo semi-inclinado sobre el suyo, le abrí aún más sus piernas con las mias, mis brazos estaban sobre su espalda para evitar que se levantara, aunque en esta ocasión no hubo mucho intento de tal cosa. Fui entrando poco a poco, la cabeza de mi verga ya estaba adentro, él suspiraba, yo respiraba suave, el se deleitaba, yo empujaba la verga suavemente hasta que estuvo toda incrustada en ese culo que hasta ahora es el que más me ha costado. Le hablé al oído diciéndole que se calmara, que ya había entrado toda para que se relajara. Él solo asentía con un respiro suave que indicaba tal vez dolor y placer. Seguí con mis movimientos suaves de entrada y salida y el se levantó un poco para agarrarse su verga y masturbarse mientras yo lo penetraba. Aumenté la velocidad en tanto sentí que ya aguantaba más hasta que sus suspiros de placer y su culito apretandome me indicaron que ya él quería aterrizar, entonces las revoluciones de culiada se incrementaron y sentí cómo él aterrizó en su mano y en parte de la sábana al mismo tiempo que yo con mi cuerpo sobre el suyo logré descargarme con mis típicos sonidos y movimientos unos segundos después. 

Me retiré de él y así mismo él de mi cuarto, nos encerramos sin vernos las caras hasta el día siguiente... Estuvo evitandome por varios días hasta que volvió a pasar y esta vez mucho más completo, sin tanta vuelta y con mejores posiciones...



jueves, 28 de enero de 2016

Estoy de vuelta!!!

Hace ya más de cinco meses que no les he contado las cositas que he estado haciendo; estoy de vuelta y tengo muchísimos relatos que estoy seguro les van a calentar la verga, los huevos y a otros el culo. Les contaré los encuentros con uno de mis compañeros de apartamento y la osada aventura de cogerme al novio de mi primo en su propia cama. También les contaré la follada a un pollito que me encantaba en plena escalera del conjunto donde vivo. Estén atentos, que vengo cargado de leche y muchos relatos hechos con una buena parada de verga.

miércoles, 12 de agosto de 2015

¡No se qué hacer!

Me encuentro en una situación bastante incómoda. ¿A cuantos de nosotros no nos ha pasado que nos sentimos atraídos por un hetero y en parte tal atracción se da por la misma posible atracción que él demuestra hacia a ti? Ese es mi caso ahora. Se trata de un chico en mi lugar de trabajo. Es muy atractivo, y desde que llegué nuevo a ese lugar hace cómo mes y medio no para de mirarme de una manera muy diciente. Siempre me he cuidado de pensar que si alguien te mira de cierta forma ya va ser gay de una. Puede pasar que nos equivoquemos y por eso evito hacer juicios. Sin embargo, la semana pasada pasó algo muy particular. Le saludé de  la mano como siempre lo hace cuándo me ve. Pero ésta vez fue distinto, ésta vez al darnos la mano me rozó los dedos mirándome a los ojos de una manera que aún recuerdo con muchas ganas. Sostuvo mi mano y no la soltó inmediatamente, si no que al momento de separarnos lo hizo prolongadamente acariciando la palma de mi mano con la suya al tiempo que me miraba fijamente. ¿Será que me está tratando de decir algo que yo no se comprender? Pero ¿y sí me equivoco? No me gusta arriesgarme, en realidad me da temor equivocarme. Por otro lado, me estoy sintiendo más atraído cada día al punto que hasta en los sueños lo he visto...

miércoles, 29 de julio de 2015

¡se encerró en el baño!

De antemano pido disculpas a los lectores de este blog por el notorio abandono en los últimos meses. Mi regreso se debe en parte porque se los debo gracias a sus repetitivas solicitudes de más material para leer, como también a historias que se han quedado pendientes por ser contadas.
Espero les guste... y les cause grandes erecciones y ganas de follar como las que mantengo yo cada día. Es que follar... ufffffff es de los grandes placeres de la vida y enterrarla en un hoyo cerrado es un placer aún más grande e indescriptible. 


¡se encerró en el baño!



Se trata de Alejandro, un hermoso muñeco que no alcanza a tener los 19 años, sumado al evidente hecho que aparenta menos edad de la que tiene. Es blanco, cabello liso y oscuro, ojos profundos, tes muy bien cuidada y de estatura promedio (como me encantan). A pesar de su inclinación a ser del interior del país tiene un buen culo; el cual además de lo bonito que se ve por fuera, es rosadito y algo apretado, por lo menos para este entonces lo era. Nos conocemos de algún lado que se hace irrelevante mencionar, pero nada del ambiente gay, hablábamos dentro de lo que se debía y hasta ahí llegaba nuestra relación. Alguna vez para evitar que yo lo siguiera molestando con una de sus amigas echándosela como pretendiente, me dijo que él no estaba interesado en ella, que a él le gustaba otra persona. En ese momento pensé que el no sería capaz de mencionarme lo que antes me había parecido una impresión, pero lo hizo, al preguntarle que de quién se trataba, titubeó un par de veces como quien no quiere decirlo, pero en realidad con ganas de explotar: "tú, tú, eres tú quién me gusta" me dijo. No le dije nada más, a lo que él quiso insistir con la conversación. Le comenté que yo tenía novia y que poco me interesaba ese cuento, pero que sí me daba curiosidad. Finalmente, en un ataque de arrechera le dije que estaba solo en mi apto, a lo que inmediatamente me preguntó si no quería su compañía; le respondí que si quería llegar a cantar un rato que yo le tenía el micrófono listo. Me dijo que no comprendía. "ahh es que usted es un bebé que no entiende muchas cosas. Vengase ya mismo que aquí le tengo su tetero pa que lo chupe bebé" le dije. Sonrió y quedamos en que llegaría a la hora. 

Cuando llegó, yo lo esperaba en una pantaloneta de entrenar que había usado dos días antes y que ya estaba en la ropa sucia, sin ropa interior además. A penas le abrí la puerta lo saludé y le dije que sí quería chupar y él solo me miraba sorprendido por la forma como yo en mi faceta de morboso le estaba hablando (más tarde me confirmó que le gustaba). Lo arrodillé, me saqué la verga, que ya había empezado a crecer por el ambiente sexual alrededor de mi cabeza planeando todo lo que le iba a hacer, y se la metí en la boca, me le culié, me le follé, le penetré la boca como a una vagina virgen, de poquito y con engaños hasta meterla toda en lo mas hondo y profundo de su garganta. LO miraba fijamente mientras él me buscaba con su vista llorosa y le hacía ademanes con las cejas indicándole que yo sabía eso era lo que él quería. Hice lo mismo por un largo rato, así que me la chupó hasta que ya se cansó. Como estábamos en la sala cuando lo puse de rodillas, lo levanté y lo puse contra la pared donde le sobaba mi verga a reventar sobre su pantalón. No pasó nada de tiempo para que yo se lo bajara con mucha prisa y con poca delicadeza, algo que dentro de mi arrechera me caracteriza. De igual forma le subí la camiseta rosada que traía puesta y empecé a sobarle mi verga entre sus nalgas al tiempo que acariciaba y mordía su espalda. Él se veía complacido, sin embargo alcancé a sentir algo de nervios, pero no sabía porqué.

Cuando le dije que se la quería meter me respondió que por qué tan pronto, pero  era apenas el momento indicado después de todo lo que él ya había chupado y todo lo que se la había rozado entre sus nalgas. Entonces comprendí los nervios que le  había notado antes. 

Lo hice desnudarse completamente y lo tiré en la cama boca abajo, pero no a lo largo de la cama como usualmente se hace, si no de lado a lado, es decir que sus piernas le quedaban afuera de la cama. Esas nalguitas blancas me tenían a mil, me tiré sobre él nuevamente sobandole el culito y le empecé a apretar y a dar nalgadas, le mordí toda la espalda suavemente. Me puse el látex y mucho lubricante para intentar entrar en su hoyo apretado. Empecé a puntearlo y a jugar pasandole la cabeza de mi verga sobre su ano como para meterla pero dandole brocha realmente. Me encantaba verle placido y extasiado con las piernas abiertas y las nalgas paradas. Me decidí a entrar y empecé ahora si a puntearlo logrando sentir ese bicho bien apretado que no me dejaba ni asomar la cabeza de mi verga a sus entrañas. En tanto yo quería entrar él se iba rodando hacía adelante y yo lo seguía hasta que llegamos al otro borde de la cama y entonces me levanté lo cogí por las piernas y lo regresé a la posición inicial con las piernas afuera de la cama. seguí intentando pero ya esta vez más decidido, me daba algo de temor ser muy fuerte y hacerle daño, pero cuando hay arrechera eso no vale, no obstante trataba de controlarme. Él seguía rodándose  y llegamos casi al otro borde de la cama y siempre esquivándose, levantando la espalda, moviendo la cola cuando sentía que yo estaba lograndolo, en fin, siempre esquivando mi verga y eso me arrechaba más todavía. En esta segunda ocasión no lo volví a su posición inicial si no que continué ahí mismo para ver si se iba a salir de la cama. Y empecé a sentir como su culito se iba abriendo al tiempo que mi verga iba encontrando acomodo; ya la cabeza estaba, como dicen los médicos en los partos, coronando. Sin embargo, Alex no estaba comodo, empezó a quejarse y de repente dio un grito en seco pidiendo que parara y que no se la metiera; me rechazaba y por supuesto se la saqué y me quité de encima, a lo que él inmediatamente se levantó de la cama con una cara de terror y SE ENCERRÓ EN EL BAÑO.  "Es tarde, es tarde, ya me tengo que ir" decía. Pero tarde para qué me preguntaba yo. En su voz se sentía el miedo. Y YO pasmado con la arrechera a mil que justo cuando le estaba entrando se asustó. Le preguntaba que le había pasado y me decía que nada. Le dije que saliera y me dejara rozarlo como antes para llegarme en sus nalgas que ya me quería llegar.  Abrió la puerta y me miraba diferente, con temor, pero con ganas. Lo tiré sobre la cama en la misma posición y me sobé mi verga para ponerla potente otra vez ya que se estaba empezando a dormir. Como supuestamente iba era solo a darle brocha para eyacular, empecé a hacer lo mismo y luego cogía mi pene y le pasaba la cabeza por todo el botón, se retorcía de placer y yo le preguntaba que si le gustaba a lo cual el asentía.
 Finalmente, intenté punteando nuevamente hasta que otra vez con el culo dilatadito sentí como la cabeza iba abriéndose paso en el interior de su ano. Alex trató una vez más de zafarse y se quejaba; sin embargo, esta vez no lo dejé, le puse una mano en su cuello y con la otra me apoyaba en la parte baja de su espalda para mantenerlo controlado. Él logró levantar su espalda para hacerme salir e impedir que siguiera entrando, en realidad le dolía, siendo esta su tercera vez, pero después de mucho tiempo. CON su espalda levantada y casi a punto de sacarme otra vez, yo más robusto y fuerte que él, con mi verga a mil y la arrechera en su punto, no estaba dispuesto a perder mi tiempo nuevamente. Así que lo abracé por la espalda, cubriendo todo su cuerpo con mis brazos al tiempo que lo apretaba fuerte, empecé a morderlo en la parte superior de los hombros y hasta lo besé en sus mejillas, ha sido el momento en el que nuestras bocas han estado más cerca. En la parte de abajo, me movía suavemente y como él insistía en zafarse, sin temores, sin contemplaciones, sin consideraciones se la hundí toda, toda, todita toda hasta el fondo de su ano, él  pegó un gritico seco y retorció la espalda hacia arriba,(UNA DE LAS MEJORES PENETRACIONES QUE HE HECHO EN MI VIDA, AL PUNTO QUE EN TANTO ESTOY ESCRIBIENDO LA TENGO DURA COMO SIEMPRE, PERO EN ESTE MOMENTO ME DIERON MÁS GANAS DE CULO) pero yo lo seguía abrazando y le decía que ya, que ya estaba adentro y ahora venía lo rico, me quedé quieto por unos segundos y luego seguí moviendome con ese pase suave que hacemos los que hemos roto culitos asi de sensibles y por supuesto aquellos mismos a quién  se los han roto. Le seguía hablando suavecito al oído mientras lo abrazaba con un tono entre seductor y cínico: "ya la tienes adentro, ya no puedes hacer nada, el dolor se pasa ahora, vas a disfrutarlo, yo se que en el fondo te gusta, quieres que la saque?" él sólo respiraba y permanecía callado, empecé a incrementar los movimientos chacareros de mi cintura un poco más rápidos y pude notar que efectivamente ya el dolor había disminuido, él estaba más suelto y se veía complacido. De repente se la saqué y se la volví a meter con la misma velocidad, volvió a sentir el dolor y esta vez puedo decir que me lo empecé a culiar, ya no más movimientos suaves, ya no más maricaditas, ahora si venía el momento que determinaría un siguiente polvo con Alex (ayyyy como se me para la verga al recordar este momento). Se la metía y se la sacaba hasta la mitad, luego se la empujaba hasta el fondo, hacía movimientos secos, es decir de un solo dar para que sintiera mi verga hasta los huevos que le resonaban en la parte baja de su culo. Le dí palmadas en las nalgas que ya no se veían blanquitas como al principio, estaban rojitas y su espalda toda llena de mordiscos. LLEGÓ el momento de aterrizar y entonces seguían mis movimientos seguidos y sin pausa, él boca abajo, yo apoyado en su espalda pero erguido, dándole  verga como hacía rato no cogía a nadie, este era uno de esos polvos que sabes que es diferente; lo continué haciendo hasta que sentí que la tenía en la punta y entonces me incliné hacia su espalda y me lo seguí comiendo pero esta vez haciendo no solo fuerza en mi pelvis para que el sintiera mi verga, si no en todo mi cuerpo, en mis piernas sobre las suyas, mi abdomen sobre su espalda, mis brazos cubriendo los suyos y mi boca hablándole "porquerías" al oído. Exploté... aterricé y como siempre suelo hacerlo me estremecía sobre su cuerpo gimiendo y respirando por la boca con todo mi aliento reposado en su cara. Seguía moviéndome suavemente para que mi pene sacara hasta la última gota de semen sintiéndome complacido y más que satisfecho. HICE que se la iba a sacar, pero le di el último placer a mi verga que aún estaba dura y se la enterré otra vez hasta que finalmente me despegué de su cuerpo. Alejandro ha sido uno de los mejores polvos que he tenido y sigo teniendo, ya que después de esta vinieron muchas veces más enterrandosela sin compasión al punto que ya está más acostumbrado. Cuando nos tiramos a la cama a reposarnos y a hablar de lo que había pasado, se sentía apenado y me dijo que lo había violado, pero que le HABÍA ENCANTADO!!!

lunes, 20 de abril de 2015

"CAPACITACIÓN DOBLE"

ESTE RELATO ME LO ENVIÓ UN AMIGO PASIVO QUE ES BIEN ARRECHO... DISFRUTA TANTO UNA VERGA EN LA BOCA COMO EN EL CULO...
Todo comenzó con un simple hola por parte de este nuevo compañero de trabajo, al que llamare Robert quien tendría unos 32 años en esa época. Al momento de verlo me llamo mucho la atención la forma en que se le marcaban los pectorales por encima del polo que llevaba puesto, sin dejar de lado el gran bulto que se le formaba en sus jeans chevignon; al pasar del tiempo nos fuimos haciendo amigos, sin embargo me molestaba de él la forma en que se burlaba de mis ademanes femeninos. Pasaron los años y seguíamos en una relación de tipo normal entre compañeros de trabajos, más tarde Robert fue trasladado a otra institución en otra ciudad, sin embargo seguíamos conversando por WhatsApp. En una de esas charlas él abiertamente me pregunto si yo era gay y yo abiertamente le dije que sí, él solo me dijo ya lo sospechaba y no le di importancia.
Después de esa “confesión” seguíamos con nuestras charlas, Robert me decía a manera jocosa que él deseaba partirme el culito porque le gustaba la forma en que se marcaban mis nalgas redondas, y yo con el fin de provocarlo más le enviaba fotos de mi culo para que él viera lo apretado que se me veía. Las conversaciones fueron cada vez más subiendo de tono al punto que nos hacíamos videos él de su gran verga erecta y yo de mi culo en cuatro.
Cierto día me encontraba en una capacitación de un proyecto en el que estaba trabajando en la ciudad donde Robert vive, y recibo un mensaje departe suya diciéndome que estaba alborotado y que necesitaba una boca tibia que se la chupara, que lastima que yo me encontrara tan lejos de donde él. Con un emoticón de sonrisa pícara le mande la ubicación de donde me encontraba en ese momento, Robert se emocionó al instante y me pidió es más me suplico que por favor fuera su apartamento que yo sabía que la iba a pasar muy rico; recuerdo como si fuera ayer la emoción que me embargo en ese momento que decido tomar el taxi que me llevara rumbo a su apartamento, no me importó la lejanía que nos separaba, solo necesitaba saciar mi ansia de chupar una buena verga y de sentir como cm a cm me la metía por el culo, para luego poder disfrutar de esa rica, jugosa y caliente leche de macho que tanto me fascina.

Llegue a su edificio y me anuncie en recepción, el recepcionista me miraba de arriba hacia abajo y después de hablar unos segundos por el teléfono me pidió la cédula y me dijo es el 304 y yo solo le di las gracias, decidí subir por las escaleras y el corazón se me quería salir del pecho, toque la puerta y al instante me abrió Robert llevaba solo puesta una toalla blanca mostrando un gran bulto, pasó a su habitación y veo que está otro hombre en la sala, Toño un amigo de él que tendría unos 35 años. Robert solo sonríe y me dice, te dije que la ibas a pasar bueno, entramos los dos a la habitación y él se tira en la cama y se quita la toalla dejando ver una verga de unos 18 cms medio dura, mis ojos se llenaron de lujuria inmediatamente me desvestí y me tire a chuparle esa hermosa verga comencé por pasarle la lengua alrededor de la cabeza y a jugar con la punta de mi lengua introduciéndola en la rajita de la cabeza de su verga eso le encantaba por los gestos que hacía, luego comencé a metérmela poco a poco abriendo mi boca para no molestarle con los dientes, éstos los tapaba con mis labios para hacerle más placentera la mamada así logré meterme esos 18 cms de carne de verga dura en mi boca, me daban arcadas pero me las aguantaba y cuando lograba llegar a la base de su verga se la sobaba con mi lengua y Robert me decía que la chupaba de maravilla, al sacar la verga de mi boca salía toda llena de baba y el me golpeaba la cara con ella, yo me dedicaba entonces a chuparle las bolas, deliciosas con un poco de vello, primero le chupaba una lamiéndola luego la otra para finalmente meterme una en la boca y después la otra; así seguía luego se la chupaba de nuevo, demoramos como 10 minutos en esa sesión cuando me dice, Toño mi amigo también quiere, y yo le dije no me da pena con él yo no lo conozco, pero me dice relax él es bien, y entonces nos vamos a la otra habitación donde está Toño en bóxer, él nos mira y solo sonríe yo voy un poco apenado al estar desnudo en frente de alguien que no conocía pero tan pronto Robert le dice a Toño: -“la mama como los dioses”, Toño se baja sus bóxer y me dice ven pégate y yo dejando a un lado la vergüenza me arrodillo a chuparle la verga a Toño era un poco más pequeña que la de Robert pero más ancha, esta era más fácil meterla toda en la boca, pero aquí quien iba a mandar en la mamada era Toño, él se levantó y me tomó por las orejas y comenzó a bombearme la verga hasta el fondo de la garganta solo sentía que me partía el fondo de la boca, porque me lo hacía de una manera salvaje, me daba cachetadas y me decía te la tragas toda que rico, entonces Robert se puso al lado también ofreciéndome su verga, yo me dirigí a la de él y comencé a chuparla pero Robert imitó a Toño y también me la mando de una hasta el fondo de mi garganta, me estaban culiando la boca de manera literal, así se alternaban uno y el otro, hasta q Robert dice vamos al mesón de la cocina, entonces salimos los tres y fuimos a la cocina, ésta tiene un mesón a una altura considerablemente perfecta yo me acosté boca arriba y Robert se ubicó en mi cola y Toño en mi boca, Robert se puso un preservativo y de una me la enterró en el culo iba a gritar porque tenía en ese momento mi culo algo cerrado por la falta de actividad, pero Toño no dejó que soltara un gemido porque ya me tenía su verga metida en el fondo de mi garganta, me estaban culiando por ambos lados Robert me dejaba ir toda su verga en mi culo, y Toño me estaba culiando la boca hasta el fondo de mi garganta, luego cambiaron Toño se colocó el preservativo y Robert se lo quitó para que se la pudiera chupar toda, Toño me la dejo ir también sin compasión por el culo, esta verga me dolió más pues Toño la tiene mucho más gruesa que Robert, y así estuvimos alrededor de 15 minutos en el mesón de la cocina, luego yo les dije que me dolía la espalda ya y Toño me dice vamos a la cama, él se acuesta y me dice cabálgame, yo enseguida me le siento encima de la verga y comienzo a hacer movimientos circulares que lo volvían loco, siento que me abraza bien fuerte, y yo creo que es por la excitación que estamos viviendo, pero no, era porque detrás de mí estaba Robert colocándose otro preservativo dispuesto a hacerme la doble penetración, cuando me percato de la situación está Robert colocando la cabeza de su verga en la entrada de mi ano, le digo que no lo haga, pero su mirada maliciosa me decía que si lo iba a hacer, Toño me tenía firmemente asido hacia él y Robert se fue abriendo paso, yo comencé a gritar y a intentar zafarme como loco pero Toño era mucho más fuerte que yo, solo comencé a gritarle y a decirle que no lo hiciera, que lo sacara y las lágrimas brotaban de mis ojos, esto lo animó más y me la clavo de una toda, tenía dos vergas en mi culo,  pasaron unos segundos antes de que Toño comenzara a bombear, al principio era un dolor insoportable, pero después todo se fue haciendo más rico y ya no lloraba o gritaba solo gemía del placer que esas dos vergas le estaban dando a mi culo, no demoramos mucho haciendo la doble penetración, solo alternaron como dos veces para bombearme, en esas Toño dice bueno vamos a masturbarnos para acabar, y me sacan las vergas entonces Robert dice: -“nojoda mírate ese jopo como te quedó abierto, te hicimos señora ya”, entonces nos dirigimos a la sala allí Robert le dice a Toño, él quiere tragar leche, y Toño dice bueno arrodíllate y yo me arrodillo delante de esos sementales que estaban jalándose sus vergas, el primero en llegarse fue Toño sentí su primer chorro de leche espesa y caliente en mi boca, el resto me lo echó en la cara, Robert se llegó al momento pero este si me metió toda su verga en mi boca para que no desperdiciara ni una sola gota de leche, estaba más espesa que la de Toño, me la trague toda y se la limpie una vez hubo terminado, las gotas de sudor caían en la baldosa de la sala, estábamos exhaustos, y Robert me dice ve al baño y aséate, yo lo hice y cuando me pase la mano por mi culo lo sentí súper ancho que no pensé que se me iba a cerrar más, me vestí y ellos me dijeron esperemos que se vuelva a repetir, yo les dije: también lo espero, al bajar las escaleras las piernas me temblaban, llegue a la recepción, retiré mi cédula y el recepcionista me quedó viendo y yo le guiñe el ojo y sonreí, pase la avenida y tome un taxi de regreso para seguir con mi capacitación.

lunes, 6 de abril de 2015

Masaje a Johnatan, el chico tierno

Johnnie Johnnie es el chico más joven que me he almorzado,  la historia que les voy a contar fue el año pasado, cuando él aparentemente acaba de cumplir los 17. Un muñequito que acababa de terminar el colegio y hacía un curso de diseño gráfico o publicidad en el sena. Con lo de muñeco me refiero a su diminuto cuerpo ya que es delgado sin verse mal, y de baja estatura, unos estimados 1,58 cms.

Llevábamos hablando ya hacía casi año y medio desde que él tenía 15 años según me decía, todo un bebesito que aunque me daban ganas de romperle el culo, también me daba temor por los líos legales y por hacerle daño a ese botoncito apretado que me mostraba cuando nos hacíamos aquellas inolvidables pajas virtuales. Además, de su misma negativa porque nunca antes había sido penetrado y escasamente había tenido sexo, por lo que siempre me decía que no estaba seguro de dejarsela hundir.  Nos conocimos por aquella página o web social para "cazar hombres" y demoramos hablando por un largo rato, no siempre de temas eróticos pero siempre éstos primaban. Nos perdíamos por semanas y alguna otra noche nos volvíamos a ver.

Después de un muy largo tiempo y de mis continuas insinuaciones para que me dejara hacerle rico por atrás aceptó probar,  pero porque le dije que no se preocupara que no lo iba a penetrar si él no quería. Esa noche me comentó que andaba estresado porque tenía muchas cosas que hacer y la semana había sido muy pesada, era un Jueves. Le dije que nos viéramos al día siguiente y le ofrecí un masaje para quitarle el cansancio y estrés. "te va a gustar" le dije.  Fue enfático con aquello de que si estábamos en el acto y le dolía cuando se la estuviera enterrando pararíamos y no lo obligaría. Siempre me decía "te quiero chupar esa verga" "tragarmela como un bombombun" típico de los pelaítos cuando están aprendiendo a culiar. Así que le dije que si el quería solo me ordeñara con la boca y yo le hacía el masaje, pero que estuviera tranquilo que no lo iba a obligar si el no quería que lo penetrara.

Quedamos en encontrarnos después del medio día. Llegué casi que puntual, sin embargo él aun estaba ocupado con algo que tenía pendiente con los compañeros. Nos encontramos cerca al Inca y ese día descubrí que no estudiaba donde en realidad me había dicho. Sin embargo, eso no me importaba porque lo que yo quería era fornicarmelo.

Finalmente apareció y nos encerramos en un motel cercano a su lugar de estudio. Estando allá me di cuenta que se veía más pelaíto que por cam. Parecía un muñequito de televisión por su carita de niño con una maldad juguetona. Nos dimos un par de besos, pero a lo que más me dediqué en ese momento fue a apretar su cuerpo contra el mio para que sintiera mis ganas de él en tanto se la arrecostaba, le acariciaba las nalgas sobre el pantalón, le metía las manos en las nalgas y se las acariciaba; le cogía el culo fuerte para que empezara a desear lo que yo sabía que él quería. Mientras nos besábamos por todas partes con ropa todavía le dije que se veía menor de 17 años, incluso más joven que por cámara. "¿cuántos años me pones?" me preguntó; "como 13" le dije y los dos sonreímos, "en realidad tengo 15" respondió y yo me quedé en silencio por un instante. Era la primera vez que estaba encerrado en un motel con un niño que acababa de cumplir 15 años. Unas tres semanas atrás había visto la notificación en Skype de que estaba de cumpleaños y hasta lo había felicitado. Me contó que desde que nos habíamos conocido me mintió ya que siempre lo rechazaban por su edad porque nadie quería involucrarse con un menor de edad y menos si era menor de 14 años. No obstante, a mi siempre me había excitado la idea de culiarme a uno cómo él; aún así, me había cohibido de hacerlo con otros que conocía por los temores ya antes descritos. Me volvió a besar con picardía diciendome "ya no me la quieres hundir como dices tú" y me apretó la verga suavemente.
Me arreché mucho más sabiendo que me iba a almorzar un pollito fresco y entonces la verga se me puso en modo recargado, lo apreté por la cintura y le di la vuelta, le bajé el pantalón y vi su bóxer,  comprobé que en realidad si era un niño. No se lo bajé si no con mi verga como estaba y con el jeans todavía puesto se la arrecostaba mientras le besaba el cuello y el retorcía el cuerpo de la cintura para arriba. Le dije que como él era un niño tenía que tomarse el tetero así que se arrodillara; me daba algo de risa ver su expresión de quererme complacer, pero se veía su inocencia en las cosas que hacía y decía, cual si siguiera el libreto de una novela o algo visto en alguna película porno. Pero al mismo tiempo me daban muchas ganas de quitarle toda esa inocencia y así el morbo me ponía a mil. Me saqué la verga por la corredera todavía sin quitarme el jeans y lo dejé que chupara su bombombum como él quería. Lo agarraba con una mano y con la otra me tocaba el abdomen, me ponía una cara de mujer que seguía causándome mucha gracia, pero morbo al mismo tiempo. La chupaba muy bien para ser su primera vez porque según me había contado antes había morboseado unas cuatro veces antes, pero el como activo.

Seguía chupandome la verga como un dulce inocente y suavemente, pero para quitarle esa caricatura de cara de  puta que ponía lo agarré por la cabeza y le daba cachetadas suaves que alcancé a darme cuenta que lo asustaron, lo cogí por el cabello y le dije que se la tragara toda. Tenía muchas ganas de hacerle maldades y ya me había dado la inspiración que necesitaba. Lo hice que se la tragara pero se ahogo inmediatamente, nada comparado con los ya experimentados. Sin embargo, son dos cosas totalmente distintas y AMBAS placenteras, a los inexpertos también se les disfruta bastante, especialmente cuando tú llevas el control. Me miraba con ojos llorosos después que se la metí a la fuerza hasta la garganta y que me había apoyado sobre su cabeza para hundirsela toda, lo seguía poniendo a chupar y le decía "¿no querías chupar?" "bueno aquí tienes lo que querías" y él solo me miraba seguía haciendo el curso de "como aguantar una verga en la garganta por más de un segundo".  Me quité el jeans y el resto de la ropa. Lo abracé él aun con su bóxer y se la sobaba por todas partes.
"se te está olvidando mi masaje" "¿no te acuerdas?" me dijo, le respondí diciéndole que por eso nos estábamos desnudando.

Busqué lo que había traído para el masaje y le dije que se acostara boca abajo "sin el bóxer"  le dije, me di cuenta que sentía pena de dejarme verlo sin nada de ropa. Cuando se lo quitó y se acostó boca abajo pude ver el color de su cuerpo todo uniforme, sus piernas algo velludas y hasta parte de su pelvis, del mismo modo su culo. De la cintura para abajo cubierto de vellos finos que me llamaron mucho la atención, su culo se veía tiernecito, para ser delgado tenía una colita pronunciada y abdomen marcado por la delgadez natural de su fisionomía. Mi verga seguía dura y con ganas de más chupadas, así que mientras preparaba mis manos para empezar el masaje, le dije que me regalara unas chupaditas para que la verga se sintiera consentida.

Me ubiqué en su espalda para empezar el masaje. Mi pelvis y más exactamente mi verga quedó en su culo calientico y suavecito, En realidad todo su cuerpo era suave, hasta su cabello. Con las manos empatadas de un aceite especial que usaba para dar estos masajes empecé a pasarle el dedo índice desde el cuello hasta la cintura por toda la columna vertebral. Su cuerpo reaccionaba con movimientos senso-motores. Luego le pasé la mano derecha con los dedos separados por toda la parte trasera del cuello, empezando desde la parte del cabello hasta llegar a la espalda, bajé por los hombros y ahí hacía movimientos circulares. Hasta entonces sólo había utilizado una mano. Volví al cuello y en esta ocasión lo cubrí todo con la misma mano derecha y lo apretaba sobandolo, masajeandolo. Empecé a utilizar las dos manos extendiéndolas todas por la espalda, con los dedos abiertos y húmedos, las bajaba hasta llegar al inicio de su gloria. Volvía a los hombros y deslizaba las manos por el dorso hasta llegar a las partes laterales de la cintura donde termina la espalda, su cuerpo reaccionaba continuamente a mis manos, al aceite y a mis movimientos. Se inclinó un poco para acomodar su verga que al parecer ya había crecido.

Seguí con los masajes por los hombros, la espalda, le apretaba suavemente la cintura y hacía movimientos circulares con mis dedos pulgares en la parte de atrás de su cintura y con los dedos índices y corazones en su pelvis en la parte de los oblicuos. Cuando hacía énfasis en la parte delantera se retorcía y gemía un poco moderadamente. Seguí bajando y empecé a masajearle las nalgas, pero antes, cogí un poco de aceite y le formé un camino desde su cuello hasta la división de las nalgas aplicándole de forma directa el aceite. Se cuerpo se movía con una quietud placentera. Tomé las dos nalgas masajeandolas y apretándolas. Dejé que mis dedos se fueran deslizando por la división que estaba mojada cual si estuvieran excitadas. Toqué su botón con uno de mis dedos pulgares, lo dejé que se siguiera deslizando y sentí la boquita del culo suavecita, cerradita, con ganas de ser abierta. Él seguía moviendo su cuerpo con placidez. Continué estimulándole el culo para que se le dilatara ya que estaba muy cerrado y apretado. Sabía que si intentaba metersela así lo iba a maltratar y por consiguiente a espantar, por lo que decidí seguir dandole dedito suave al tiempo que le continuaba masajeando el resto del cuerpo. Hacía movimientos que iban desde el inicio de la espalda hasta su culo en aras de distraer su miedo al tiempo que lo estimulaba. Cuando lo sentía tranquilo me centraba en su culo solo nuevamente y con el dedo corazón empapado de aceite le hacía movimientos circulares como tratando de abrir algo muy elocuentemente. Alternaba los dedos para que el sintiera el cambio de tamaños y así estimular su hambre de algo más grande. Con el dedo meñique jugué por un ratico, pero me daba cuenta que no le agradaba mucho, tanto así que cuando  intenté introducirlo  sentí que lo rechazó apretando el culo. Volví al pulgar y mientras le masajeaba las nalgas jugaba con el dedo y el botón. Continué con el dedo vulgar de los cinco y después de darle y darle por fin, contrario a lo que pasó con el meñique, se lo dejó hundir plácidamente. Fue una gloria sentir como ese dedo se fue perdiendo todo y él solo se movía y gemía con tranquilidad.
Con el dedo corazón adentro, se lo giraba, trataba de introducirlo más y luego lo sacaba un poco, le cambiaba de posición hasta que lo saqué y me acosté sobre él así empatado como estaba de aceite, le besé el cuello, levanté su cabeza tomándolo por el pelo y le arrecosté mi verga, que estaba tomando posición firme otra vez, en todo su culo. Me deslizaba sobre él con mis piernas sobre las suyas, mis manos controlando todo y mi verga ya en su punto preferido. Me levanté  a continuar con los masajes, pero ésta vez con mi pene; se lo pasé por toda su espalda y al llegar a la mitad se lo sobé cual si estuviera haciendo una paja rusa pero en la espalda. Le di golpecitos con el y le pregunté que si le gustaba, me respondió asintiendo. Volví a sus nalgas y pasé la cabeza de mi verga por su culito que ya no estaba tan apretado. Se lo deslicé cogiéndolo con la mano durante varios minutos. Volví a jugar con el dedo corazón  y lo volví a meter, estaba preparando el espacio para que mi verga pudiera entrar sin rechazo alguno. Continué jugando a deslizar la verga sobando la boquita del culo guíada por una de mis manos mientras que la otra se encargaba de abrirles el espacio.

Alcancé un preservativo que había puesto debajo de la almohada cuando saqué lo que iba a "necesitar" para el masaje. Me lo puse y empecé a sobarle su botoncito otra vez, apliqué lubricante y volví a jugar a la "brocha". Incluso, para aplicarle lubricante en el culo, volví a enterrarle el dedo corazón, pero esta vez lo acompañé con el dedo matrimonial. No tardé mucho haciendo esto porque ya quería metersela toda, que me sintiera en sus entrañas. Puse la cabeza de la verga en su culo y la fui metiendo poco a poco, él seguía boca abajo y cuando yo empecé lo mio pude ver como levantó su espalda, así que lo abracé con mi brazo derecho cubriendo sus brazos y pecho mientras mi verga iba abriéndose camino en su estrecho lugar. Fui muy cuidadoso hasta que mi pene hubiera al menos alcanzado cierta distancia de ventaja, una vez ahí nadie lo iba a poder sacar. Cuando ya había entrado más de la mitad aumenté el pasó porque sentí que el intentaba zafarse, lo noté cuando llegando a la mitad de la verga su cuerpo empezó a girarse más y sus brazos se apoyaban más en la cama, ya no se veía tan tranquilo. Pero no iba a dejar que me expulsara así sin haber dado la batalla. Así que lo apreté más fuerte y continué, él gritó con un desespero controlado y procuraba evitarme que me siguiera moviendo "quedate quieto, quedate quieto" repitió. Sin embargo, se lo introduje todo y volvió a gritar sin mayores ganas. "Me está doliendo, no sigas" me dijo, pero yo continué moviendome, intentaba levantarse pero no para que yo saliera, sino para que disminuyera el ritmo. rápido no, suave" continuaba diciendo, y entre más me pedía clemencia, menos la encontraba porque yo continuaba moviéndome fuerte y para tener más control sobre él lo sostenía sobre la cintura donde acaba la espalda. Me movía como si me estuviera culiando a alguien que me pide que no pare y él se quejaba pero ahora con un mínimo de placer manifestado, podía ver que seguía doliendole un poco. Cuando vi que ya el culo estaba un poco más suelto me incliné sobre él y con ambos brazos lo abracé mientras me seguía comiendo ese culo que ya estaba totalmente entregado a mi. Su cara cambió y noté como gemía de placer puro, si señor, le salía natural, aquí no estaba jugando como cuando empezó a chupar que se creía Pamela Anderson en sus mejores tiempos, esta cara era de placer y me motivaba a darle duro, más duro, al punto que mi rostro cambió, con particularidades en mis ojos y boca. Mientras que le estaba dando con tantas ganas sentí como su cuerpo vibró. "me estoy llegando" me dijo. Avancé en mi ritmo y logré terminar al ratico después de él. Cuando aterricé seguí moviendosela suavemente a pesar que con sus manos me quería evitar. Se vino, estando boca abajo y sin tocarse, me dijo que lo había violado pero que le había gustado. "ya no soy virgen a mis 15" comentó.
 Nos enjuagamos, hablamos un rato y después se la volví a meter sin juegos, sin engaños y sin MASAJE.